La relación entre el gigante petrolero ruso Rosneft y Venezuela, datan desde hace muchos años. Hasta hace unos meses la empresa se planteaba hacerse cargo de PDVSA, con el fin de zafar a la estatal venezolana, de las duras sanciones que viene aplicando Estados Unidos.
Sin embargo, Rosneft está dando marcha atrás, por la caída de la demanda del petróleo consecuencia del Coronavirus y la guerra de precios con Arabia Saudita.
Todo apunta a que el gobierno de Vladimir Putín estaría cambiando su estrategia petrolera, dentro de una crisis global que afectará a Rusia en los próximos meses.
Cabe destacar que PDVSA mantiene el plan de ampliar la participación rusa en empresas mixtas, pero Rosneft traspasará sus propiedades en Venezuela a Roszarubezhneft, controlada 100% por el Kremlin.
Es importante recordar que la compañía rusa le otorgó préstamos por 6.400 millones de dólares a PDVSA y recibió a cambio el 49% de las refinerías de CITGO en EE.UU.
Todos estos hechos demuestran que PDVSA continua perdiendo valor mientras el poderío ruso se acrecienta en Venezuela.
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