Curva de contagio del coronavirus en Venezuela aumenta rápidamente

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Venezuela se enfrenta a un nuevo desafío, lo que parecía lejano en el mes de febrero se ha confirmado en el transcurso de marzo y no es otra cosa que la llegada del coronavirus Covid-19 al país, que atraviesa por la peor emergencia humanitaria conocida en la historia de la región.

El pasado viernes 13 de marzo desde la administración de Nicolás Maduro, se anunció la confirmación de los primero dos casos de Covid-19 en Venezuela, y ayer el país fue alertado ante el aumento de la curva de contagio, de 16 a 33 diagnósticos positivos en el territorio nacional.

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“Básicamente la curva exponencial ha sido muy rápida, con un incremento más rápido que en Argentina o Brasil. Incluso en comparación con Europa ha sido más acelerada todavía”, explicó José Félix Oletta, ex ministro de Salud e integrante de la Alianza Venezolana por la Salud.

Rafael Orihuela, epidemiólogo y también ex ministro de Salud, pronosticó que la confirmación de casos en el país podría seguir aumentando. “Creo que esta situación está por acelerarse, apenas estamos entrando en una fase donde el foco de infección son los importados. Recién se están haciendo los exámenes requeridos para determinar los casos autóctonos. Yo no soy muy optimista de casos relacionados solamente con un viajero, que pareciera que no hay forma de cuantificar y que puede ser más grande de lo que se conoce como pasó con Argentina o México”. 

Oletta aseveró que medidas extremas como una cuarentena total, así como el cierre de fronteras y prohibición de traslado entre un estado y otro del país, podrían no ser exageradas siempre que se conozca con certeza la gravedad de la situación a la que se enfrentan los venezolanos, frente a la pandemia del Covid-19.

“Maduro habla de 31 casos importados y eso no indica diseminación dentro del país. Hay contradicciones que tienen que ser atendidas por el ministro de Salud. Si 31 de los 33 casos son importados, quiere decir que no se trata de un peligro autóctono”, dijo. “No considero que las medidas adoptadas sean exageradas, pero deben ser proporcionales a los resultados. Por eso esta enfermedad hay que evaluarla con datos certeros. Lamentablemente no tenemos certeza de los datos ofrecidos por el régimen, es posible que el número sea mayor y no hay cómo confirmarlo”.

Orihuela discrepó de la eficacia de las medidas adoptadas por Maduro. “Pienso que posiblemente sean necesarias, lo que hay que saber es si son útiles o no porque hay un cruce de información entre un bando y otro que tiene a la gente confundida”, dijo. “Por ejemplo, el tapabocas es solo para los que se sienten en riesgo o están infectados, un tapaboca improvisado no sirve para nada. Esas medidas son un poco esquematizadas con lo que se están haciendo en el mundo, pero son muy poco eficaces”.

Agregó que la mejor forma de prevención hubiese sido atacar desde el principio. “Tenían que perseguir a esos posibles casos positivos que llegaron hace tres semanas para confinarlos y atenderlos hasta que se curaran, así evitaban que el resto de la población se contagiara, pero cómo se evita ahora que se propague la enfermedad, cómo contienes la curva de contagio. Yo lo veo muy difícil, pero se puede lograr”.

¿Medias desproporcionadas?

Oletta insistió en que las medidas durante la cuarentena social adoptadas por la administración de Maduro deben ser evaluadas y tomadas con precaución. “Estas medidas de distanciamiento social nos recuerdan a las adoptadas en la provincia de Wuhan en China, donde comenzó la enfermedad. Pero, por ejemplo, en España han sido adoptadas solo donde la enfermedad ha sido más intensa, como Madrid”, dijo.  “Esto hay que manejarlo con muchísima prudencia para que esas medidas sean ajustadas a lo racional, a las leyes y tratados mundiales de derechos humanos. Es necesario tener en cuenta las consecuencias económicas, de acceso a alimentos y medicamentos, de empleos y educación, que podrían tener mayor incidencia en la emergencia humanitaria compleja que enfrenta el país”.

Orihuela, por su parte, no pronostica resultados positivos de cara a una gran expansión de la enfermedad dentro del país. “No solamente no tenemos la capacidad para atender esta situación, sino que, ante la aparición espontánea y simultánea en el país, la enfermedad recorrerá toda Venezuela y habrá una afectación muy grave”.

El epidemiólogo reiteró que lo mejor es respetar las medidas de prevención: “El único posible control es que evites el contacto interhumano, lo más probable es que te pase y siga corriendo solo. Si sucediera como en China que todos los días hacían un reporte, y se pudiera cuantificar la gravedad de la situación, pero aquí no hay ese tipo de control porque desconocemos esos datos.  Creo que la fase de propagación nos arropará por completo”.

¿Dónde está el ministro de Salud? 

Oletta exhortó a las autoridades a crear una mayor cantidad de campañas de comunicación e información, que además eduquen a los ciudadanos sobre la enfermedad y sus consecuencias. “Hay que exigirle al gobierno que cuide a los ciudadanos. Hay que trabajar de manera cuidadosa, crear un plan integrado no solo en dotación de equipos de salud sino de atención al paciente y un trabajo de comunicación e información y educación para que la gente colabore. Estamos en una situación donde todos estamos aprendiendo de algo nuevo, por eso hay que participar cuidadosamente sin dejar de expresar nuestras quejas e inquietudes”, puntualizó Oletta.

Al tiempo que, hizo un llamado a Carlos Alvarado, actual ministro de Salud de Venezuela, a que certifique la información que se ha suministrado desde las distintas vocerías del Estado: “El ministro no ha salido a corroborar lo dicho por Maduro o los hermanitos Rodríguez. No hay una clara definición del problema en términos de salud pública y es el ministro es quien tiene decir si estamos en la fase inicial o estamos en la etapa de diseminación comunitaria del virus”.

Orihuela hizo una propuesta a las autoridades a fin de salvaguardar la vida e integridad del grupo etario más vulnerable, los adultos mayores: “Se trata de una población muy susceptible, que mayoritariamente toma algún tipo de medicamento para enfermedades crónicas. Toda esa población, de más de 65 año de edad, está en riesgo. Eso tiene que ser un objetivo claro, buscar todas las posibilidades para prevenir este contagio, ayudar a que los viejitos a que reciban su comida y medicamentos diarios, que sean atendidos y reciban higiene personal mínima. Y, fundamentalmente, hay que evitar que salgan a la calle”.

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