Han pasado ya dos semanas desde que la confianza, sexualidad e intimidad de Allyson fueran vulneradas por un hombre con el que interactuaba regularmente y que durante el confinamiento por la pandemia este lazo se agudizó.
Una noche, como cualquier otra, Allyson conversaba sobre temas varios con ese hombre. No era una persona con la que yo salía, sino un conocido que me empezó a escribir y comenzamos a chancear. Un día hubo una conversación muy caliente, en la que él también envió material para estimularnos sexualmente cada uno desde su hogar, contó.
Lo que para Allyson fue un momento de diversión entre dos personas adultas a los pocos días se convirtió en el tema de conversación de varios que no estuvieron invitados a la fiesta privada. Yo me entero porque ese video llega a un grupo de WhatsApp, donde había una persona que es conocida de unos amigos míos. Ni siquiera la persona me conoce a mí, sino que sabe de mí por referencia.
El hombre, a quien Allyson nunca quiso identificar por su nombre, reenvió el material explícito de ella a otros amigos sin su consentimiento: Ya ese video era reenviado, un amigo de mis amigos pregunta que si la chama del video soy yo y mis amigos de una vez me escriben.
Más sororidad
Cuando hablamos de feminismo, surgen términos difíciles de pronunciar e incluso desconocidos por muchos. Venezuela es considerado un país machista y con gran arraigo en el patriarcado, por lo que no es extraño ver discriminación, crítica o rechazo de parte de la sociedad hacia mujeres que, como Allyson, en algún momento se sintieron libres de expresar su sexualidad y confiar su intimidad a otro.
Karol Moreno, directora y activista de la Red Mérida Feminista, le habló a HispanoPost de la sororidad, que es básicamente la solidaridad entre mujeres especialmente frente a situaciones de discriminación o violencia. Es una solidaridad que no solo se queda en amistad o apoyo, es contención en momentos difíciles para accionar y exigir derechos.
Que fue exactamente lo que sucedió cuando Allyson decidió hacerle frente a la polémica a raíz de la viralización, sin consentimiento, de su video íntimo. No te alarmes, lee primero ( ), se puede leer en el post publicado en su cuenta de Instagram, donde se observa una foto sugerente de ella sobre la cama y en el que llovieron una serie de comentarios positivos, pero que por la vía directa también generó una serie de recriminaciones.
Compañeras de oficio, familiares, desconocidas, mujeres todas se sumaron a recriminar la violación a la intimidad. Como fue el caso de la abogada Rina Díaz, quien junto a otras amigas, iniciaron a través de historias de Instagram una iniciativa para alzar la voz en apoyo a Allyson, bajo el lema Los nudes que te mando no son para que los reenvíes #NoEstánSolas.
Díaz explicó que la iniciativa surgió con la intención de apoyar a su amiga y hacerle sentir que no estaba sola, pero una vez que se publicó la campaña fueron muchas las mujeres que se sumaron a contar su historia, muchas han sido vejadas. Muchos hombres me escribieron porque se sintieron atacados, porque creen que hubo generalización. Pienso que los que se sintieron atacados es porque son de los que reenvían ese tipo de material, mientras que otros se unieron a la iniciativa.
Informó que, desde el despacho de la presidencia interina de Juan Guaidó, un grupo de mujeres está trabajando en la construcción de un proyecto para la transversalización de la perspectiva de género, lo que la Organización Internacional del Trabajo (OIT) define como: El proceso de valorar las implicaciones que tiene para los hombres y para las mujeres cualquier acción que se planifique, ya se trate de legislación, políticas o programas, en todas las áreas y en todos los niveles ( ) El objetivo final de la integración es conseguir la igualdad de los géneros.
Queremos enlazarlo con lo que puede pasar en el día a día, que pasa a raíz de que no nos educamos porque son temas tabús, como los nudes. A veces la misma mujer no reconoce el machismo. Son temas que generan polémica e impacto, cosas de las que no se hablan generalmente, aunque en este caso Allyson decidió decirlo y eso nos motivó a todas y con los hombres que se sumaron vamos a hacer una campaña inclusiva, dijo Díaz.
Respeto en demanda de más respeto
De esta experiencia resulta inquietante la cantidad de personas que toman partido desde el estrado, no solo critican la decisión de Allyson de exponerse al intimar con otro, o de exponerse al alzar la voz y contar lo que le pasó, sino que también hay quienes le critican por no haber confesado el nombre del hombre.
No le escribí en primera instancia, porque le quería decir cualquier cosa desde la ira y la irracionalidad. Yo, desde mi miedo que esto se convirtiera en viral completamente y llegara a mi familia, incluso a mi equipo de trabajo, dije: Necesito que la gente sepa por lo que estoy pasando a modo de advertencia. En términos de por qué no exponerlo fue porque yo no quería generar lo mismo que él generó.
Al respecto, Moreno se refirió a la interseccionalidad que es una forma de analizar la violencia de género viéndola atravesada por otras categorías que sirven para violentar o discriminar, como la raza, la clase social, orientación sexual. Es una forma de ver cómo la violencia de género no es vivida de la misma forma por todas las mujeres, sino que dependiendo de nuestro lugar en el mundo y de los roles que cumplimos, vivimos violencias distintas y en distintos grados. Reconocer esto es importante y la sororidad es necesaria, señaló.
Hay que reconocer la cantidad de personas que me escribieron, que les había pasado eso y sintieron que se habían quitado un peso de encima cuando me leyeron. Creo que cuando uno pasa por esto, sientes que no vales, que es tu culpa. Te autogolpeas diciéndote cualquier cantidad de cosas, creo que nadie tiene el derecho de hacerte sentir así, reflexionó Allyson.
Creo que no podemos cuantificar la gravedad de las cosas, esto es grave y ya. No importa si el video pasó por 10 personas nada más, porque no tenía que pasar por más que la persona que yo consensué, que era él, añadió.
Más de un escándalo de violación a la intimidad o violación a la confidencialidad cuando se difunde un material íntimo y privado, se ha popularizado en la sociedad venezolana y las redes sociales han sido las principales aliadas. Cualquier persona puede ser potencial víctima de una situación como esta, que hasta la fecha no es tipificado como delito en Venezuela.
Recientemente, dos jóvenes artistas venezolanos rechazaron este tipo de actos que menoscaban la integridad del individuo, en el caso particular de las mujeres. Mientras un tercero resultó con las tablas a la cabeza, por lo que él la llamó una mala interpretación, cuando lo cierto es que, durante el desarrollo de su propio programa, confirmó que suele reenviar a sus amigos, a modo de comparación y burla, las fotos íntimas que les envían las fanáticas, pero él no solicita.
Hay muchas cosas que hay que reflexionar, dejar de satanizar la sexualidad y dejar de normalizar que esto es una consecuencia al riesgo de enviar material sexual. No puede ser un riesgo cuando se supone que estás teniendo una intimidad con alguien, y creo que está mal que satanicemos este tipo de confianzas. Es lo mismo cuando responden que a una chama la violaron porque llevaba la falda muy corta. No hay nada que argumente y les dé la razón, puntualizó Allyson.
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