El suministro de gasolina bajo los estándares de calidad que caracterizó Petróleos de Venezuela en el pasado es hoy un recuerdo: el combustible llega cada vez con más impurezas a las estaciones de servicio del país, alertaron concesionarios que pidieron guardar sus nombres en reserva.
Tenemos más de un año con ese problema, que afecta tanto a los equipos de las estaciones de servicio como a los vehículos de los usuarios, contó el encargado de un expendio en el centro de Caracas.
Explicó que la presencia de sólidos y a veces agentes contaminantes obliga a cambiar el filtro del surtidor de gasolina 2 y 3 veces por semana cuando lo normal es cada 3 meses.
El encargado de otra gasolinera en el este de la capital precisó que además de tierra y otros sólidos, el combustible viene con agua y trazas de metal oxidado, estas últimas provenientes de los tanques de almacenamiento en las refinerías y centros de llenado pues desde hace tiempo no se les hace mantenimiento a esos depósitos.
Agregó que también por falta de mantenimiento las cisternas de aluminio de la flota de Pdvsa presentan problemas desgaste, raspaduras y filtraciones en las paredes y remaches. Pdvsa está recurriendo a las viejas gandolas con cisternas de hierro, lo que implica más residuos en la gasolina, dijo.
Los conductores se quejan del envío frecuente al taller para reponer la bomba, que cuesta hasta 600.000 bolívares, o el filtro de gasolina en el vehículo, cuyos precios oscilan entre 16.000 y 40.000 bolívares, según el modelo del auto. A esto se suma el costo de la mano de obra.
Cuando sacas los filtros y las bombas ves que están taponados con una gasolina muy turbia que parece lodo, refirió el dueño de un taller mecánico. Señaló que debido a la mala calidad de la gasolina, tanto de 95 como de 91 octanos, los carros pueden presentar problemas de pistoneo, lentitud en el arranque y aceleración en el trayecto hasta que se apagan.
Otro mecánico indicó que en situaciones normales el cambio o la limpieza de los filtros que están dentro del tanque de combustible se realiza cada 40.000 kilómetros, pero con el combustible sucio ese mantenimiento se reduce a cada 10.000 kilómetros.