Las redes sociales reflejaron en los últimos días los ejercicios de entrenamiento militar de supuestos trabajadores dentro de las instalaciones de las empresas básicas de Guayana; hecho que el movimiento sindical rechaza porque irrespeta la institucionalidad de las Fuerza Armada Nacional.
La milicia en las empresas básicas en su gran mayoría no son trabajadores, sino militantes del PSUV o desempleados seguidores del oficialismo que reciben a cambio una bolsa de comida o el bono de la página Patria, aseguró Junis Hernández, dirigente obrero de la Siderúrgica del Orinoco.
El sindicalista denunció la irresponsabilidad de la gerencia oficialista que gasta recursos en comprar uniformes y botas militares para defender la patria de Nicolás Maduro, mientras la producción de las empresas básicas está prácticamente en cero.
Precisó que en el caso de Sidor apenas se produce un poco de pellas de mineral de hierro insumo para obtener acero, lo cual contrasta con el período de finales de la década de los 90 y comienzos de 2000 cuando la siderúrgica registró la producción récord de 4,5 toneladas anuales de acero y productos.
El desplome de la manufactura, aseveró Hernández, se observa además de Sidor en el resto de las filiales de la Corporación Venezolana de Guayana (Ferrominera del Orinoco, Venalum, Carbonorca, Bauxilum y Alcasa).
Con la caída de las actividades, las empresas básicas redujeron los turnos laborales y adoptaron el sistema de rotar al personal técnico para asistir a las plantas unos o dos días a la semana con la finalidad de que las máquinas no se apaguen totalmente.
Otra razón de mantener a los empleados en sus casas es la falta de unidades de transporte para el personal y el cierre de los comedores industriales, lo cuales han sido desmantelados pues se llevaron hasta las cocinas y bombonas de gas, refirió Hernández.
Señaló que durante la administración Hugo Chávez y la de Maduro se abultó la nómina de las industrias de la CVG a 36.000 trabajadores con militantes del PSUV y afectos oficialistas.