Tras dos semanas de protestas en contra del paquete de reformas económicas impuesto por el gobierno libanés, Saad Hariri, anunció este martes 29 de octubre que renunciaba a su cargo como primer ministro.
«Me dirijo al palacio Baabda para presentar la dimisión del Gobierno en respuesta a los muchos libaneses que salieron a las calles», dijo en un discurso televisado.
Las protestas masivas en el Líbano comenzaron hace 13 días luego que el Gobierno anunciara la decisión de introducir un impuesto al uso de WhatsApp, el cual posteriormente fue retirado. Esto dio pie a la exigencia de la salida de Hariri en medio de denuncias de corrupción.
Hariri les recordó a sus aliados políticos que su responsabilidad es proteger el país y buscar formas de desarrollar la economía: Las posiciones vienen y van, pero lo más importante es la dignidad y la seguridad de la patria (…) Nadie es más grande que mi país.
Tras el discurso de Hariri, que fue bien recibido por los manifestantes, el presidente libanés, Michel Aoun, debe decidir si acepta o rechaza su renuncia. Durante el día se han registrado choques entre los manifestantes y quienes están en contra del cierre de vías en Beirut.
La agencia estatal libanesa ANN informó que al menos seis personas resultaron heridas durante los choques, en los que el Ejército ha tenido que intervenir para separar a manifestantes y vecinos.
Según el Banco Mundial, una cuarta parte de los libaneses vive en la pobreza y la situación económica continúa degradándose en el país, cuya deuda está estimada en 86.000 millones de dólares (unos 77.379 millones de euros), que representa 150% del PIB.
Con información de El País.
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