El presidente de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), Diosdado Cabello, en varias ocasiones ha llamado a la población a profundizar la práctica del trueque para enfrentar las sanciones económicas del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
«El trueque es una locura y representa un retroceso terrible para la economía», sostuvo el economista Asdrúbal Oliveros. El director de la firma Ecoanalítica explicó que «el trueque es extremadamente ineficiente y perjudica a una de las partes que realiza el cambio.
«Si por hambre se canjea una licuadora por un paquete de harina de maíz, el perdedor es el que ofrece la licuadora», dijo. Insistió que la presencia del trueque en Venezuela evidencia la profunda crisis que atraviesa el país. «Además, el gobierno lleva años impulsando esta práctica y no ha prosperado».
En Caracas se observan los comerciantes ambulantes que exponen máximo 30 productos para intercambiarlos por otros. Ofrecen, por ejemplo, un kilo de harina de maíz por 2 de arroz o un kilo de azúcar por 2 de granos.
«Una sale perdiendo porque la lenteja cuesta en la tienda 16.000 bolívares el kilo y tengo que dar dos kilos por uno de azúcar que cuesta 12.000 bolívares», contó María Rodríguez, ama de casa en Candelaria luego de preguntar las condiciones del intercambio.
Un cambista en la avenida Fuerzas Armadas, que pidió no mencionar su nombre, alegó: «Algo tiene que ganarle uno a los productos».
En algunos puestos se observan alimentos de los Comité Locales de Abastecimiento y Producción. Sobre estos productos los comerciantes indican que les sobraban o los cambiaron con otros beneficiarios. «No puede ser que un paquete de pasta CLAP, mucho más barato y de menor calidad, te lo cambien por un producto nacional que en el automercado es más caro y de mejor calidad», refirió Rosa Pérez, residente de Catia.
Los comerciantes ambulantes no se ven ansiosos y manifiestan que siempre habrá alguien dispuesto a cambiar sin importar las condiciones.