El COVID-19 puso a prueba la ética de gobernantes y farmacéuticas

    0
    265

    El año 2020 la pandemia del COVID-19 marca un hito en todo lo que tiene que ver la importancia de la ética en la política, pero por sobre todo en el ejercicio del poder.

    La pandemia se convirtió en la argumentación perfecta para que los gobiernos autoritarios incrementaran sus medidas de control social conculcando libertades públicas e individuales.

    El COVID-19 demostró que ningún Estado del mundo, por más poderoso que sea, tiene la capacidad suficiente para atender las necesidades médicas de sus gobernados cuando se vuelven masivas en muy corto tiempo.

    La ética entra en la necesidad de los gobiernos de entender hasta dónde el control social es realmente necesario de cara a la situación impuesta por una pandemia y de qué manera le sirve a los gobiernos para incrementar sus medidas u ocultar cifras.