Hablar de ciberacoso no es tarea fácil. El mal uso de las redes sociales puede decantar en otro tipo de agresiones más conocidas, alertadas y denunciadas en el pasado como: violencia de género o infantil, racismo, homofobia, bullying o xenofobia, por nombrar solo algunas.

Edgar Rincón, productor y conductor de Ciberespacio en Unión Radio, comparó los mensajes que se lanzan a través de las redes sociales con los oradores en las plazas públicas. “Es como hablar desde una plaza donde estás diciendo lo que estás pensando y tienes un grupo de persona que te está escuchando”, dijo.

Explicó que el orador tiene “el compromiso de brindar un mensaje correcto”. “La audiencia cree lo que dices y se pliega a ti, esa es la respuesta de la audiencia. Si ese mensaje es incorrecto, las personas lo van a recibir distorsionado”, apuntó.

Las redes sociales se publicitan solas, bajo el lema de “las redes sociales dan para todo”, y es cuando las figuras públicas, hoy conocidas como “influencers”, entran en el juego. Estas personas o marcas que albergar gran cantidad de seguidores son capaces de influir positiva o negativamente en su audiencia, además tienen la facultad de que su mensaje se viralice y llegue a personas que no necesariamente les creen o los apoyan.

Para el locutor Marco Santos, mejor conocido como Dj Marco77, con gran influencia en los jóvenes y en los amantes del rock, el sentido de los influencers debe reevaluarse. “El ser influencer hay que replantearlo y llevarlo de una forma positiva a cosas que sumen. Una información errada puede crear problemas y derivar en una cantidad de consecuencias solo por un tuit o por un mensajito de una historia de Instagram. Hay que ser responsables y trabajar las redes mucho más allá de lo estético; hay que ponerle un poquito de consciencia a todo lo que se dice por ahí”.

Hay quienes llaman a las redes sociales “el hervidero de conflictos”, y es que a diario hay una nueva polémica que se superpone sobre la anterior. Desde peleas entre parejas que dejan al descubierto problemas de infidelidad, sexualidad o familiares; pasando por rencillas entre jóvenes generalmente por temas en tendencia, hasta discusiones entre los famosos y el público que puede estar de acuerdo o no con su más reciente publicación.

Fernando Pereira, coordinador general de Cecodap, señaló que no hay que desestimar el poder de las redes sociales. “Tienen un alcance y una inmediatez que permite llegar a un público importante sin intermediarios. Eso entraña riesgos cuando son usadas de manera inadecuada. Muchas veces se pueden enviar mensajes que pueden incurrir en apología a la violencia, la discriminación o el terrorismo. Las redes son un vehículo y puede ser usado tanto para construir como para destruir”.

Conciencia más allá de la fama

Rincón, Santos y Pereira hicieron un llamado a la conciencia a la hora de usar las redes sociales, a propósito del poder que tiene un vocero, el cual es calificado como influencer, sobre su audiencia en las redes sociales y fuera de ellas también, pues muchas veces el conflicto o la polémica puede extrapolar el campo cibernético y convertirse en el tema del día a día del ciudadano común.

“Hay mucha gente que no tiene conciencia o no le presta atención al poder de las redes. Como pueden servir para unir también pueden servir para dañar a la gente. Hay que ser muy responsable en su uso, en lo que se comunica y tener conciencia del poder que tiene uno al tener muchos seguidores. A veces las redes le dan valentía a la gente que se escuda en perfiles anónimos”, advirtió Santos.

Hace unas semanas, las redes sociales en Venezuela convulsionaron y pusieron al descubierto el comportamiento de las personas hacia diversos temas. Los más sonados fueron el punto de partida para que aplicaran la “solidaridad automática”, como lo definió José Rafael Briceño, mejor conocido como el Profesor Briceño, en un post que publicó en su canal de IGTV.

“Ayer vimos lo que puede hacer la rabia colectiva, cuando ocurre lo que llamamos Solidaridad Automática: el apoyar a alguien sin hacer muchas preguntas simplemente porque es pana mío”, dijo. “Ayer vimos también a los cazadores de likes, que llegaron desde afuera a meterle gasolina a una fogata donde nadie los había llamado, sin reparar en las consecuencias”, agregó.

Briceño añadió en su publicación: “Ayer vimos lo peor de nosotros, vamos a ser honestos, hasta el punto que muchos de los tuiteros nos negamos a reconocer que el país estábamos viendo en las redes era efectivamente el país (…) no puedo sino sentir que todos tenemos mucho que aprender del día de ayer; no es ningún misterio que no sepamos bien cómo convivir con otras especies de este planeta, cuando ha quedado en evidencia que aún no tengamos claro cómo convivir entre nosotros mismos”.

¿Cómo me protejo o defiendo?

Existen algunas técnicas para prevenir el ciberacoso y se resumen en: no enviar imágenes o videos de contenido explícito, evitar compartir información personal o que nos pueda hacer vulnerables a través de las redes sociales, denunciar cualquier acto de agresión ocurrida en Internet, no colocar como públicos los perfiles de las redes, y si ocurre alguna amenaza a través de la red, guardarla como prueba para establecer la denuncia.

Santos, por su parte, recomienda: “Evitar siempre la confrontación porque siempre hay gente te insulta y falta el respeto. Aa ese tipo de personas hay que ignorarlas y tenemos que ser un reflejo de lo que somos en persona”.

Mientras Rincón recomienda a las víctimas de ciberacoso buscar ayuda profesional y legal; Pereira explica que hay varios pasos a seguir. Si se trata de un menor de edad, éste debe tener la confianza de comunicarse con sus padres o profesores, para luego acudir a las instancias que resguardan la integridad física y emocional del niño, niña y adolescente, para adoptar medidas de protección hacia el menor.

“Es importante asesorarse desde el punto de vista legal. Si eres mayor de edad deben acercarse al Ministerio Público o a la Dirección de Delitos Informáticos del Cicpc y buscar los mecanismos para poder defenderse. Apoyo emocional de personas conocidas y ayuda profesional para contrarrestar el impacto de la avalancha de comentarios y descalificaciones, para poder lidiar con todo eso”, finalizó Pereira.