Cuando Erik Prince, un importante contribuyente de Donald Trump y magnate de la seguridad privada, viajó a Caracas en noviembre para sostener conversaciones secretas con el vicepresidente de Venezuela, resultó que no era la figura central que orquestaba las reuniones, afirma la agencia Bloomberg.
Esa persona era un controversial negociador británico llamado Ian Hannam, según personas familiarizadas con la situación. Hannam, un exbanquero de JPMorgan, organizó el viaje como parte de su esfuerzo de exploración de un año para posibles inversiones en oro en Venezuela, dijeron.
La reunión de Prince con la vicepresidente Delcy Rodríguez ha sido reportada, sin embargo, el papel de Hannam no, señalaron los periodistas Stephanie Baker and Ben Bartenstein, autores del reportaje.
De acuerdo con Bloomberg, la discusión de las empresas mineras con Rodríguez plantea nuevas preguntas sobre si Prince, oriundo de Michigan y hermano del Secretario de Educación, Betsy DeVos, violó la ley de Estados Unidos que prohíbe hacer negocios con funcionarios sancionados. Hannam es británico y no está sujeto a las mismas restricciones.
El viaje es parte de una intensa lucha detrás de escena por la riqueza y los recursos de Venezuela mientras se enfrenta al estancamiento político, las sanciones internacionales y la crisis humanitaria.
Juan Guaidó, el líder opositor quien es reconocido como jefe de Estado interino por Etados Unidos y más de 50 países, está luchando por el control de la legislatura contra un diputado respaldado por Nicolás Maduro y Rusia.
Los periodistas añaden en su reportaje que el plan para la oferta de noviembre era ver si Prince podía ayudar con la seguridad en las peligrosas regiones mineras de oro de Venezuela donde Hannam buscó negocios, según una de las personas. Prince, un ex SEAL de la Marina de Estados Unidos y fundador de la firma de seguridad Blackwater, durante su visita también presionó para que liberaran a seis ejecutivos de Citgo.
Su esfuerzo por asegurar la libertad de los ejecutivos -cinco son ciudadanos estadounidenses duales – ofreció una razón oficial para que el viaje de Prince viaje que no contraviniera las sanciones, dijeron varias personas. Los ejecutivos luego recibieron arresto domiciliario.
Cuando fue contactado por comentarios, Hannam se negó a proporcionar detalles. Solo dijo: «Nunca hablamos de negocios o de los Seis de Six».
Un abogado de Prince, Matthew Schwartz, dijo que su cliente fue a Caracas «como ciudadano privado» y «recibió una guía claramente legal que siguió escrupulosamente. Mientras estuvo allí, no discutió ningún negocio ni recibió nada de valor.»
Elliott Abrams, enviado especial del Departamento de Estado para Venezuela, dijo en ese momento que las reuniones «parece violar las sanciones de los Estados Unidos «.
El vicepresidente Rodríguez no respondió a una solicitud de comentarios.
Hannam no es ajeno a Venezuela, continúa Bloomberg. En 2008, mientras estaba en JPMorgan, fue el asesor financiero de un negocio en el que el minero ruso Peter Hambro invirtió en un proyecto minero de oro con Rusoro Mining Ltd, con sede en Vancouver. En ese momento, Rusoro era el socio elegido por el gobierno de Hugo Chávez.
Mucho en común
Prince y Hannam tienen mucho en común. Ambos tienen historial militar, una propensión a la controversia y un gusto para naciones bajo coacción donde los riesgos son tan grandes como las recompensas potenciales.
Ambos intentaron hacer negocios en Afganistán, según Bloomberg. Hannam cofundó una compañía estadounidense llamada Centar, que ha tratado de desarrollar activos de cobre y oro en la nación devastada por la guerra. En octubre de 2018, dijo que Centar había asegurado la aprobación del gobierno afgano para desarrollar esos activos después de años de retraso, agradeciendo a la administración de Trump y al Departamento de Defensa de Estados Unidos por financiar el proceso de licitación. Centar no está desarrollando los activos ahora porque el área está controlada por los talibanes, que operan las minas.
El año anterior, Prince lanzó un plan al presidente Donald Trump para privatizar la guerra en Afganistán utilizando contratistas de seguridad financiados con los recursos minerales estratégicos de la nación.
Blackwater, propiedad de Prince antes de que lo vendiera hace una década, se volvió infame después de que sus empleados dispararon contra civiles iraquíes desarmados en 2007. Hannam, un ex capitán de las fuerzas especiales en el ejército británico, una vez fue llamado el «Rey de la minería» por su papel asesorando a mineros importantes como BHP Billiton y ayudando a organizar la fusión Glencore-Xstrata por 90 mil millones de dólares. En 2014 fue multado con 450.000 liras por la Autoridad de Conducta Financiera del Reino Unido por abuso de mercado.
Se dice que Hannam, que no impugnó la penalización, reveló información a un cliente potencial en 2008 sobre su cliente Heritage Oil Plc. Nunca se sugirió que él había actuado para beneficio personal. Después de la decisión, se le permitió continuar operando en la ciudad de Londres.
A principios de 2019, Prince propuso un plan que requería de miles de soldados contratados expulsaran a Maduro, indicaron los periodistas. En el viaje de noviembre hizo un planteamiento menos agresivo de enviar personal de seguridad para ayudar a allanar el camino para nuevas elecciones presidenciales: el objetivo final de la administración Trump.
Funcionarios estadounidenses han negado que Prince haya actuado como su enviado secreto y han amenazado con sancionarlo. Príncipe dijo a confidentes que varios altos funcionarios lo autorizaron a viajar y que estaba bajo la protección de una licencia especial obtenida por una firma de abogados que representa a la Familia Citgo 6, dijeron dos personas familiarizadas con el asunto.
Con información de Bloomberg