La escasez de agua parece ser un problema sin fin para los venezolanos. Actualmente en Caracas persisten las fallas en el suministro y si damos una mirada al interior del país, el problema se torna aún peor.
«En estos momentos se están sumando varios factores. Por un lado, tienes toda esa plata física deteriorada, pero también ahorita los embalses están en niveles críticos. Se están sumando dos factores fundamentales: uno que tengas la materia prima, el agua en los embalses o en los ríos, y otro que la planta física necesaria para traer el agua de los embalses hasta la casa de la gente está absolutamente deteriorada», señaló José Norberto Bausson, exvicepresidente de Operaciones de Hidrocapital.
Las lluvias en la ciudad capitalina aún no se han hecho contantes. «Estamos al final del verano, es un verano importante. Como se dice en términos hidrológicos, un año seco y estamos entre un año seco y extremadamente seco, entonces eso ha hecho que los niveles de los embalses estén muy bajos», destacó Bausson.
El problema de la explosión reportada por la administración de Nicolás Maduro en la estación de bombeo Taguacita es uno de factores que compromete el funcionamiento del sistema hídrico de Venezuela y, hasta el momento, su reparación no está completada. «La han reparado parcialmente, pero eso no implica que tú vas a recuperar el sistema», resaltó el expresidente de Hidrocapital.
Normalmente, cuando se diseña un acueducto su funcionamiento debe a 80% de su capacidad total, sin embargo, en estos momentos Venezuela se encuentra por debajo de la mitad de lo señalado.
«El deterioro del sistema a nivel nacional está marcado como en 60%, es decir, apenas funciona como a 35% de la capacidad operativa. En este momento, la capacidad que tiene para funcionar al día a día con sus equipos apenas llega a un 35% de la capacidad operativa normal», reveló Bausson.
Además de una operatividad a medias del sistema hídrico venezolano, está la capacidad de líquido disponible y en este momento eso también compromete el déficit del servicio.
«A nivel nacional en vez de poderle entregar a la gente 146 mil litros por segundo, ahorita le puedes entregar unos 60 litros por segundo. Un ejemplo es la ciudad de Caracas que en vez de entregarle 20 mil litros, le estas entregado como 12 mil litros por segundo, es una situación muy compleja», expresó Bausson.
Acueductos como el Metropolitano, que depende de los embalses de Camatagua y Taguaza, podrían surtir a la ciudad a pesar de un año seco como este por su gran capacidad, pero en este momento no es posible: «Ya tienen un año bajando y este segundo año los agarró bajando y ahora sí están en niveles críticos, es decir, a Camatagua le sacabas 12.000l litros y ahorita no le puedes sacar más de 9.500 litros, eso quiere decir 20% menos. En el caso de Taguaza podías sacar 5.000 litros, en este momento no le puedes sacar más de 3.000 litros», aseguró Bausson.
«Existe un problema ambiental, con un problema operativo, con un problema de recursos humanos que no es capaz de explotar lo que tiene en sus manos de la mejor manera. Cuando tienes esos tres elementos sumados, deterioraste todo lo que es la institución», insistió.
Mientras tanto, vecinos de La Trinidad, municipio Baruta del estado Miranda, protestaron el miércoles 3 de junio por falta de agua, según reportó el Observatorio Venezolano de Servicios Públicos (OVPS).
De igual modo, sectores de Caracas, como San Martín, Catia y San Agustín, presentan fallas en el suministro de agua potable, por lo que tienen que comprar cisternas de 100 mil litros para abastecerse. El precio de cada una de estas ronda los 30 dólares.
En Vargas, en el sector El Colorado, cerca del casco colonial de La Guaira, los ciudadanos han reportado que tienen dos meses sin agua y una de las maneras de conseguir el vital líquido es cargándolo desde La Cabrería.