Unos años antes de que Colombia lograra su separación de España, cuando aún se la conocía como la colonia Nuevo Reino de Granada, fue fundado en Bogotá un pequeño restaurante que todavía mantiene abiertas sus puertas y encendidos sus fogones.
La Puerta Falsa, donde se sirven las mejores exquisiteces de la vieja cocina bogotana, es propiedad de una misma familia desde hace seis generaciones.
Es patrimonio arquitectónico de Bogotá y allí frecuentaron personajes históricos como Manuelita Sáenz, Policarpa Salavarrieta, Antonio Nariño, entre otros, explicó Carlos Sabogal, uno de los dueños.
El nombre del restaurante se debe a que quedaba en frente de la puerta lateral de la Catedral Primada, que en arquitectura religiosa se denomina puerta falsa.
Frente a sus calles han pasado a tomar posesión todos los presidentes de Colombia y ha transcurrido de alguna manera la historia nacional completa, desde desfiles y protestas, hasta el estallido histórico llamado El Bogotazo cuando el 9 de abril de 1948 más de la mitad de la ciudad quedó en ruinas, como consecuencia de un estallido social producido por el asesinato del líder liberal Jorge Eliécer Gaitán. Este hecho partió en dos la historia de Colombia pero no la de La Puerta Falsa que solamente fue testigo.
