Ennio Morricone falleció el pasado 6 de julio de 2020. La música que creó para el cine ha sido siempre más popular que él.
Con ayuda, hablando en italiano y visiblemente emocionado Morricone subió a recoger su primer y único premio Óscar en el 2016. Fue presentado por Pharrell Williams y Quincy Jones. Lo había ganado debido a su trabajo en la banda sonora de The Hateful Eight de Quentin Tarantino. Su discurso fue emotivo, pero breve y terminó al dedicar el galardón a su esposa. Antes, en 2006, había recibido un Óscar Honorífico por sus más de cincuenta años de trayectoria.
Me generó impresión ver a un hombre de noventa años, ícono del cine, celebrar su reconocimiento como un novato. Con una expresión de humildad y cara de alegría Morricone desfiló por la alfombra roja ese año.
De no saberlo, jamás podía uno imaginar que ese anciano fuese el creador de bandas sonoras tan importantes como: Por un puñado de dólares (1964), El bueno, el malo y el feo (1966), Érase una vez en América (1984), Los intocables de Eliot Ness (1987) o de Giuseppe Tornatore Cinema Paradiso (1988).
¿Por qué es importante su obra? La música en el cine acompaña las historias e incluso ayuda a comprenderlas mejor. Los músicos que escriben para el cine tienen una gran responsabilidad e importancia en el proceso de hipnotizar a la audiencia.
Ennio Morricone fue un gran hipnotizador. Con la música de sus películas nos permitió vivir de forma cercana muchas historias de la pantalla grande.
Solía decir que su relación con el director con quién trabajara debía ser estrecha. Tenían que ponerse de acuerdo. Según sus palabras: «a fin de cuentas la película es suya». Sin embargo, la música la hacía con total independencia: «lo más difícil es hacer una banda sonora como tú quieres, pero que el director también la comparta y esté de acuerdo con ella» recalcó en una entrevista publicada en 2019 en El Mundo.
Su música tenía carácter, era emotiva.
La banda sonora que creó para Los Intocables (1987) enrriquece la historia gracias a la energía que genera. La música de Cinema Paradiso (1988) motiva tantas emociones como espectadores tiene la película en el mundo. Además tiene vida propia más allá del largometraje.
De su trabajo con Sergio Leone, con quién curiosamente compartió el colegio por un año en la infancia, decía sentirse satisfecho. Este 2020 nos ha dejado. Tuvo una carrera larga. Vivió 30 años más que Leone. Fue un tipo con suerte.
Luisa Ugueto Liendo
@luisauguetol