Entrenadores comunitarios usan el deporte para rescatar a jóvenes

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    Sport Quest es una organización cristiana internacional que vela por jóvenes de escasos recursos y tiene su réplica, de manera voluntaria, en los Altos Mirandinos de Venezuela. Alejandro Galeno y Óscar Peña son dos jóvenes entrenadores comunitarios que han aprovechado el llamado de su religión para aportar nuevas oportunidades de vida a los habitantes de la zona interesados en el deporte.

    Peña explicó que en Venezuela la organización aún no está registrada y funciona de manera voluntaria. “Desde hace un tiempo nos enfocamos en trabajar en el mundo del deporte, con atletas, entrenadores y jóvenes de diferentes comunidades. Lo que hacemos con ellos es la práctica deportiva como tal, pero un poco más allá del deporte”.

    Aseguró que no solo se enfocan en el deporte, sino que también le ofrecen acompañamiento intelectual y social: “Averiguamos cuál es su entorno, la parte espiritual, que creemos que es lo más importante, y la parte emocional. Entonces, lo que hacemos es un diagnóstico con los chicos que trabajamos para ver cuál es la condición que tienen, qué necesidades hay y tratar de suplirlas”.

    Su compañero Alejandro Galeno, quien también es entrenador comunitario, reiteró el valor de Sport Quest en la sociedad. “El enfoque es trabajar con misioneros, hombres y mujeres voluntarios en diferentes partes del mundo. Es una organización internacional y se enfoca en abrir una ventana para estas personas que están haciendo una labor en sus países, en sus comunidades, con sus familias, con niños, con jóvenes. Es una organización que trabaja específicamente con deportes”.

    Galeno destacó el valor del deporte como transformador de vidas: “Es un medio para poder llegar a los chicos, niños, jóvenes, familias y poder sembrar principios y valores. Principalmente, nuestro objetivo es ese, poder conectar con la comunidad, con las familias y con esos niños y jóvenes que de alguna forma tienen un déficit en su hogares o situaciones que nosotros podamos servirles, utilizando el deporte como un canal o medio, entendiendo que el deporte en sí ya tiene el poder de transformar una vida”.

    “El deporte es capaz de sacar a una persona de un vicio o alguna circunstancia, pero el deporte no es suficiente, sino que necesita también el acompañamiento de alguien que se interese en sus vidas, que les pueda sembrar un valor, un principio, que podamos convivir con esa persona y tratar de ayudarlo en su desarrollo integral”, agregó.

    Transformando el futuro

    José Gregorio Ramos, atleta profesional que hoy comparte con los jóvenes y entrenadores de la organización comunitaria, dio fe del poder- “Hemos ido recuperando personas que nunca han hecho deporte, tienen años queriendo hacer deporte y jamás en su vida han tenido la oportunidad. Incentivando más que todo a los chamos para que se entreguen al deporte y no sigan una vida sedentaria y de vagabundeo, ya eso no cuadra porque si no mueren jóvenes. Lo que estamos haciendo es rescatar esos valores de esas personas para que sean hombres de bien más adelante, cuando tengan 30 y 35”.

    Marcos Falcón, otro deportista que acude al llamado de la organización, indicó: “Es una gran organización, ya que no solo con el deporte atrapa a la mayor cantidad de jóvenes, igual adultos, sino a través de la palabra, que es lo fundamental en esta organización”.

    Por su parte, Winderman Graterol, otro joven atleta que acompaña a sus amigos y vecinos en los entrenamientos, mostró su emoción por todo aquello que esté vinculado al deporte. “Yo lo siento bien porque me motiva. Más que todo cuando voy a la calle y veo niños abandonados, me da sentimiento y me gustaría apoyarlos para que no se dañen la vida porque mucha gente que está así va creciendo y distraído en la calle”.

    Al finalizar la entrevista, Galeno detalló lo que para él significa la gratificación de su labor: “Una de las cosas que te ayuda a levantar la mirada, a cobrar fuerzas y levantar los brazos, es ver también a esos niños agradecidos, saber que es necesario mantenerte fuerte porque eso lo inyectas o lo transmites a esos niños cuando vienen y te dicen ‘gracias profe, gracias por la ayuda. Gracias por esto”.