La escasez de efectivo es un dolor de cabeza para muchos venezolanos que necesitan papel moneda para cancelar el monto del pasaje o las cajas y bolsas de alimentos CLAP (Comité Local de Abastecimiento y Producción), aseguraron fuentes económicas y consumidores que solicitaron mantener su nombre en reserva.
«La cuarentena por el COVID 19 complico más las cosas. La gente accede al poco efectivo disponible en los cajeros automáticos, pero solo puede hacer un retiro semanal», precisó uno de los consultados.
Recordó que el sistema de flexibilización 7×7 – impuesto por el régimen de Nicolás Maduro- tampoco resolvió el problema de la falta de efectivo, pues las agencias bancarias solo entregan en taquilla a cada cliente, y por una vez, entre 20.000 y 100.000 bolívares.
Para una población que en gran medida maneja exclusivamente bolívares en efectivo -especialmente los sectores populares y pensionados- la falta de billetes es dramática.
Habitantes de Candelaria, San José y San Bernardino en Caracas manifestaron su queja. «No sé cómo voy a pagar lo del CLAP este mes», dijo un vecino.
Algunos consejos comunales cobran los CLAP en efectivo, aunque otros aceptan el pago de la caja o la bolsa -a 10.000 bolívares cada una-, por transferencia o por el carnet de la patria.
Sin embargo, el pago del transporte y la logística de entre 8.000 y 10.000 bolívares hay que hacerlo aparte y en efectivo, porque los conductores así lo exigen.
«Con la cuarentena radical bancos y cajeros están cerrados», dijo un pensionado del Seguro Social. Contó que depende mucho de los alimentos del CLAP, pues la pensión de 400.000 bolívares mensuales debe compartirla con la compra en la farmacia de un clister de pastillas contra la hipertensión, que representa menos de la mitad de la dosis que le mando el médico.
«Mi hermana es una persona mayor, está enferma y vive en Petare. La mayoría de las veces me traslado a pie para llevarle comida y medicinas porque no tengo efectivo para el pasaje», narró un ama de casa en una parada de pasajeros en la avenida Urdaneta. Destacó que ir en Metro es «imposible porque no tengo salvo conducto».
En esta avenida caraqueña, un vendedor ambulante de chucherías refirió: «Nadie tiene bolívares. Por eso, ofrezco dos chupetas por un dólar, pero muy poca gente las compra. Prefiere gastar esa plata en comida. Mantener a la familia se ha puesto muy duro y para colmo la policía te manda a desalojar al mediodía».
Las fuentes indicaron que si bien la mayoría de las transacciones en comercios y farmacias, e incluso muchos vendedores informales, poseen punto de pago electrónico, la falta de efectivo es un gran problema.
En junio, cuando comenzó a aplicar el sistema 7×7, los bancos alertaron sobre la baja asignación de billetes a las agencias, tanto de instituciones del Estado como privadas.
De acuerdo con las cifras del Banco Central de Venezuela (BCV), en junio la disponibilidad de efectivo era de 4,1%. De una liquidez monetaria de 116,8 billones de bolívares solo 4,78 billones correspondía a efectivo.
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