¿Ganará Trump las elecciones en el 2020?

    0
    561

    Muy feliz año a todos, retomo nuestros análisis acá en Nuevo Tiempo, por HispanoPost. Este 2020, ha iniciado con múltiples eventos a nivel global, que no han permitido que terminemos de guardar el arbolito navideño con tranquilidad, desde el asesinato del líder militar iraní Qasem Soleimani, pasando por el sorprendente descubrimiento del origen de las metástasis de cáncer por el oncólogo español Joan Massague, la firma del acuerdo comercial entre China y los Estados Unidos, al tiempo que el partido demócrata formaliza el proceso de destitución del Presidente Trump, y la propuesta de Vladimir Putin para reformar la constitución Rusa el 2020 se anuncia trepidante.

    Pero hay un tema que nos tendrá muy pendientes a lo largo de los próximos once meses y ese será el proceso electoral de los Estados Unidos, que como ya se confirmó vendrá acompañado de un muy particular proceso de destitución contra el Presidente de los EEUU y seguro candidato presidencial republicano.

    Pero veamos y repasemos rápidamente lo que nos deparará esas elecciones en la nación más poderosa de la tierra, ¿quienes tienen posibilidades reales y quienes podrían dar una sorpresa en el tablero de las acciones político electorales?.

    Todo indica que Trump no solo tiene asegurada la nominación para buscar la reelección sino que además podría ganar, aun cuando en el bando demócrata se perfilen formidables contendientes como el ex vicepresidente Joe Biden, el billonario newyorkino Michael Bloomberg o el emergente y disruptivo alcalde de la pequela ciudad de South Bend indiana Pete Buttigieg, de todo y todos hablaremos hoy.

    El Presidente Trump inicia enero 2020 con un índice de aprobación nacional de 45% medido por Gallup, lo cual representa ocho puntos inferiores al promedio que han tenido los presidentes norteamericanos desde 1938. En contrapartida Trump ha consolidado la lealtad del partido Republicano como pocos presidentes en la historia, donde hoy aun mantiene un 89% de aprobación en su tolda.

    Pese a todo eso, las encuestas auguran una elección bastante ajustada para el próximo noviembre y los más serios analistas sostienen que Trump tiene buenas posibilidades de ser reelecto

    La pregunta es ¿por qué, si su primer mandato ha estado salpicado de varios escándalos, Trump puede ganar? Sencillo. Hay un elemento que no ha exisitido en anteriores eventos electorales como ahora, la polarización política, un estudio del Centro de Investigación Pew del pasado octubre nos indica que tres de cada cuatro votantes republicanos y demócratas, o sea un 73% no pueden ponerse de acuerdo sobre «hechos básicos». Y esto juega a favor de Trump,  queda claro que las formas más que el fondo en el gobierno de Trump han jugado un rol en esas divisiones, pero Trump y su pequeño equipo se han cuidado de fortalecer los apoyos dentro de su propio partido», y ello es un elemento que genera unas sinergias tan poderosas como imperceptibles. Un partido con estructura históricamente fuerte, que encuentre los niveles de unidad con que inicia el Republicano este 2020 representa un factor de un poder incuantificable a la hora de apoyar a su candidato

    Por su parte los demócratas aunque como dije tienen formidables aspirantes, aun deben sufrir un período de enorme desgaste de acá al día de la nominación, el reciente ingreso de Bloomberg a la contienda y el retiro de Julian Castro, Cory Booker, y la gurú espiritual Marianne Williamson no ayuda a la unidad necesaria en el partido demócrata.

    En este contexto, el impeachment a Trump parece lejos de agrietar el respaldo de su partido.

    Ningún representante republicano votó a favor de someter a Trump al juicio político a desarrollarse en el Senado, donde el partido del presidente tiene 53 de los 100 escaños. Con lo cual el impeachment pasara de representar una amenaza a la estabilidad presidencial a ser una herramienta de táctica electorera de bajas pasiones.

    En otro orden de revisiones está claro que Trump es muy bueno golpeando políticos, encontrando sus debilidades y poniéndolas al descubierto con lo cual los humilla y los paraliza. Esto me recuerda al gran Roger Ailes el verdadero mastermind del movimiento conservador norteamericano, estratega y comunicador por excelencia fue el gran consultor de Reagan, Bush padre y de Trump quien sin duda fue su mejor alumno, solo Roger gran gurú de la cadena Fox de Rupert Murdoch era capaz de enseñarte como demoler a tus contrincantes, lo sé porque tuve el privilegio de trabajar con él hace 30 años.

    EEUU es un país propenso a reelegir a sus presidentes lo cual representa otra ventaja para Trump ante un candidato demócrata que al día de hoy es invisible. En los últimos 87 años, solo tres presidentes de EE.UU. han sido derrotados en procesos reeleccionarios: Gerald Ford en 1976, Jimmy Carter en 1980 y George Bush padre en 1992.

    Pero además los republicanos consideran que el Presidente Trump ha cumplido sus promesas de campaña, sin mencionar el sólido apoyo que el mandatario ha logrado en el voto protestante y católico de EEUU por sus políticas anti aborto y su apoyo a la causa judía, un factor determinante para el conocido como Bible Belt en EEUU.

    Finalmente un elemento que no es totalmente endilgable a Trump pero hoy la evidente fortaleza de la economía y el nivel de empleo son factores clave y se asoman como un pilar de la campaña por la reelección de Trump. La tasa de desempleo a nivel nacional cayó al 3,5%, su nivel más bajo en 50 años, y esa fortaleza económica genero solo en el pasado noviembre  más de un cuarto de millón de nuevos puestos de trabajo

    Ahora bien, ¿quién será el que probablemente enfrente Trump? Pues, al día de hoy el número uno es Joe Biden

    Compañero de fórmula de Barack Obama en 2008 por su supuesto atractivo para los votantes blancos de clase trabajadora y clase media, su nombre es conocido prácticamente en todo el mundo, tiene altos índices de popularidad y el potencial para recaudar grandes cantidades de dinero de campaña a través de las redes tradicionales de donantes demócratas y por esa razón puede ser un buen candidato en 2020.

    Biden fue senador por Delaware aspiró sin éxito a la nominación presidencial en 1988 y 2008, y rechazó presentarse en 2016 tras la muerte de su hijo por cáncer cerebral. Su extenso historial de voto, que incluye su apoyo a la guerra de Irak en 2002, estará bajo un gran escrutinio.

    Aunque ha criticado duramente a Donald Trump por «destrozar los valores estadounidenses», se le considera como un demócrata que podría trabajar con los republicanos.

    Ahora bien, como queda claro, más aún luego del último debate donde Waren le negó el saludo a Sanders, todo apunta a que  estos dos fuertes contendientes se auto destruirán por su enconado radicalismo izquierdista que no gusta a los norteamericanos, pero a esto debemos agregar que a partir del pasado jueves, producto del proceso de destitución presidencial la Cámara alta se convirtió en un tribunal. El presidente del Supremo, el juez John Roberts, acudió ese día a jurar su cargo, al igual que los 100 senadores estadounidenses, que ahora se han convertido en los miembros del jurado. Para Warren y para Sanders, el calendario no puede resultar peor. El impeachment  coincide con las primarias demócratas, y todo senador  como ellos, debe participar en las sesiones, de seis días por semana, en silencio y con los teléfonos apagados. A poco más de dos semanas de los primeros dos caucus de Iowa, este proceso supone un serio obstáculo para los precandidatos Elizabeth Warren y Bernie Sanders.

    Ante todas estas variables, la incertidumbre y volatilidad en el partido del burrito,  los electores demócratas podrían generar la sorpresa del siglo, como en su momento la dieron los republicanos al nominar a Trump en 2016.

    Así es, me refiero a que el candidato demócrata podría ser el joven alcalde de una población de 100,000 habitantes a quien llaman Mayor Pete, un trientañero, gay, casado, cristiano practicante y miembro de la Iglesia episcopal, veterano de guerra, graduado de las universidades Harvard y Oxford, que habla 7 idiomas y «Siempre parece decir exactamente lo que corresponde en el tono justo», Pete Buttigieg ex empleado de la consultora internacional McKinsey donde ganaba un salario de seis dígitos, fue contratado en 2009 como agente de inteligencia de la Reserva de la Armada de EE.UU. y en 2014 -cuando ya estaba en funciones como alcalde de South Bend- fue enviado a Afganistán durante siete meses.

    Y en mi opinión Mayor Pete puede dar la sorpresa en el bando demócrata, pues es quien mejor encarna los valores de ese histórico partido y los sabe combinar con los anhelos de su generación. Mayor Pete, parece haber hallado una respuesta al eterno debate de «socialismo versus capitalismo» que polariza hoy a todos los candidatos demócratas, Buttigieg expresa que está a favor de un «capitalismo democrático» que busque suavizar la rudeza del sistema de mercado y evite que el libre mercado derive en una oligarquía al estilo Ruso. «Si realmente queremos mantener la productividad y el valor de la fuerte comunidad empresarial, tenemos que reconocer que el crecimiento por sí solo no es suficiente. El crecimiento tiene que alcanzarnos a todos y eso exige buenas políticas», ha señalado con una vehemencia que convence a todos.

    Una mirada a esta trayectoria, llevó recientemente al escritor Frank Bruni a escribir  en The New York Times  que Mayor Pete parecía haber sido construido en un laboratorio para ser el candidato demócrata perfecto.

    Claro que el panorama puede complicarse a lo largo de 2020. Pero todo parece indicar que con Buttigieg o con Biden, Trump saldra reelecto y será de nuevo el Presidente de los Estados Unidos de América.