Comienza enero y con él los propósitos de Año Nuevo. De allí que no sean pocas las personas que se proponen bajar de peso bien sea inscribiéndose en un gimnasio o realizando cualquier tipo de actividad física que los ayude con su meta. Sin embargo, la crisis económica ha llevado al venezolano a buscar nuevas opciones para ejercitarse y llevar una vida sana y saludable.
Tras un recorrido por algunos los gimnasios de la zona este de Caracas, el cálculo que hace HispanoPost es que una persona podría invertir entre 15 y 70 dólares mensuales para en entrenar en gimnasio. Los costos varían de acuerdo con los beneficios que ofrece en cada establecimiento y podrían aumentar si se contrata un entrenador o nutricionista particular, que por lo general son costos aparte de la matrícula.
Carlos Villasana es un joven empresario que a sus 35 años de edad decidió dedicarse al físicoculturismo. Relató que su vida ha cambiado por completo desde entonces. Actualmente, solo tengo tiempo para comer, dormir y entrenar; pero yo tengo una hija pequeña y una empresa que sacar adelante. Además, si no produzco no puedo seguir con mi nuevo plan de entrenamiento.
Explicó que desde que tomó esta nueva decisión asumió que debía dedicarle mayor tiempo al gimnasio. Yo pago por la mensualidad 40 dólares, pero cuando me inscribí el año pasado el primer pago fue de 70 dólares. A eso hay que sumarle la mensualidad de mi entrenador particular que me está preparando para competir este año, el nutricionista que me lleva la dieta y, por supuesto, la inversión que hay que hacer para cumplir con una dieta alta en proteínas. Con al menos 6 comidas al día, todas incluyen proteínas.
No obstante, existen también quienes acuden al gimnasio por otras razones. Yo voy a uno que está ubicado en Los Palos Grandes. Es uno de los más costosos de la zona, pero tengo toda la vida yendo para allá. Pago 30 dólares, pero yo solo hago spinning, clases de bailoterapia y Tae Bo, porque no sé usar las máquinas y no me da el presupuesto para pagar un entrenador particular. Tampoco soy de las que ama subir al Ávila o andar corriendo por las calles de Caracas, eso me da miedo, dijo María de unos 50 años de edad.
En las redes sociales abundan los grupos de corredores, yoguis, personas que se dedican a disciplinas más focalizadas como el crossfit o bootcamp, ofreciendo sus servicios o invitando a sus amigos a que se unan a estas modalidades, si se quiere, innovadoras.
Desde Hispano Post conversamos con Freddy Hernández, uno de los entrenadores del grupo Cacique Runners, quienes se reúnen todos martes, miércoles y jueves, en el Parque Aruflo de La Floresta, a partir de las 6:00 pm, y los asistentes pueden realizar entrenamiento funcional y mejorar su técnica de carrera si su deseo es convertirse en runner.
Hernández al ser consultado sobre la migración de las personas de los gimnasios al entrenamiento al aire libre, contó que en su experiencia tiene que ver con: Los costos que se manejan en los gimnasios para algunas personas son impagables. Está la alternativa de los entrenamientos al aire libre.
El costo es de una clase con Cacique Runners, en este momento, está en 0,70 dólares al cambio según la tasa paralela al día de pago. Mientras la mensualidad tiene un costo de 7 dólares, cada individuo debe ser evaluado para conocer sus necesidades y deficiencias y así determinar el plan de entrenamiento que mejor le convenga para alcanzar su meta. Un plan personalizado puede costar hasta 15 dólares.
Destacó que en ocasiones estos grupos ofrecen una opción más completa que un gimnasio. Son entrenamientos más completos a lo que se refiere en preparación física. El entrenamiento funcional trabaja de forma completa todo tu cuerpo, no se enfoca en un músculo en particular, sino que hace que tu cuerpo sea más funcional para tu día a día.
Diferencias en el entrenamiento
Además de retomar el contacto con la naturaleza, en redes sociales se puede observar que muchas veces estos grupos suelen funcionar como una especie de hermandad que organiza paseos, viajes y días especiales. Los domingos hacemos nuestros largos en distintas rutas y esos entrenamientos no se cobran, dijo Hernández.
María difiere de esta opción. Vamos a estar claros, Venezuela es un país peligroso, uno no puede estar a las tantas de la noche dando vueltas por ahí. Yo voy a mi gimnasio de 8 a 10 de la mañana, hago mis clases según como convenga el día y listo, sigo con mi rutina diaria. He pensado en meterme en clases de yoga y pilates, pero no he conseguido una opción donde sea en un sitio cerrado y seguro que me convenza.
Por su parte, Villasana se debate entre los espacios cerrados y la vida al aire libre. Yo entreno de lunes a sábado, a veces paso hasta 3 y 4 horas en el gimnasio, pero también me hace falta el contacto con la naturaleza. Entonces lo que hago es que los domingos aprovecho y salgo a patinar, caminar o correr con mi hija a un parque o subimos el Ávila; porque a veces tanto encierro tampoco es bueno.
Hernández destacó que los entrenamientos funcionales benefician a las personas porque las vuelve más resistentes, fuertes y flexibles. La persona trabaja su equilibrio, su coordinación; además de rutinas que se combinan con el running te ayuda a oxidar más grasa, por lo cual tu cuerpo tomará una estética mucho mejor y en menos tiempo. Aquí puedes entrenar para lo que quieras.
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