Los problemas que afrontan los complejos de refinación de petróleo en Venezuela y las fallas en la producción de gasolina han ocasionado que ya no haya contrabando de combustible hacia Colombia. Ahora la situación se ha revertido, lo que está generando problemas de abastecimiento en las regiones fronterizas del vecino país.
El presidente Iván Duque aún se encuentra en proceso de evaluación para instruir al ministro de Minas y Energía de Colombia, Diego Mesa, a autorizar a la empresa Terpel a vender hasta un máximo de 3 millones de galones de gasolina al mes (alrededor de 71.000 barriles) a particulares en Venezuela por razones humanitarias, de acuerdo con lo informado por una fuente del sector.
La propuesta no escapa a consideraciones políticas y, por ello, para el gobierno de Colombia solo sería viable si se cumplen tres condiciones: 1. Tener el aval del gobierno de Nicolás Maduro porque tiene el control territorial, 2. Ser aprobado por la Asamblea Nacional, y 3. Utilizar una vía formal, como el eje San Antonio del Táchira-Ureña.
El contrabando de gasolina a la inversa, que ahora ocurre desde Colombia a Venezuela, ha reactivado el oficio del pimpinero, quien ve atractivo participar en el suministro de combustible hacia los estados Zulia y Táchira. En ambas entidades el precio del litro no baja de 2,5 dólares e, incluso, puede llegar a costar 5 dólares, mientras que en la nación neogranadina está por el orden de 57 centavos de dólar.
La diferencia de este contrabando a la inversa con respecto al que se dio por años desde Venezuela hacia Colombia es que ni Ecopetrol ni las empresas privadas colombianas que participan en el negocio de distribución de gasolina pierden dinero, a diferencia de las pérdidas anuales de Petróleos de Venezuela (Pdvsa), que están sobre los 8.000 millones de dólares debido al subsidio.
Pdvsa llegó a reconocer cifras de contrabando de combustible hasta por 100.000 barriles diarios no solo hacia Colombia, sino también hacia Brasil e islas del Caribe, mientras los envíos ilegales desde territorio colombiano al venezolano estuvieron en cerca de 3.000 barriles por día en marzo y abril; y habrían superado los 4.000 barriles diarios en agosto, según lo señalado por una fuente.
El contrabando a la inversa ha ocasionado que el combustible no cubra la demanda mensual que se estima en los departamentos colombianos de La Guajira, El Cesar, Norte de Santander, Arauca y Vichada, siendo los tres primeros los que afrontan de manera más acelerada el agotamiento continuo de gasolina.
El gobierno de Maduro ha evitado pronunciarse sobre la materia, pero la reciente decisión del gobernador del Zulia, Omar Prieto, de autorizar importación de gasolina intenta, por un lado, frenar la venta ilegal y, por el otro, resolver el problema. Sin embargo, el funcionario niega que el suministro se vaya a realizar desde Colombia. ¿De dónde viene? No lo voy a decir, sentenció Prieto a la pregunta de los periodistas.