La vida de Maradona quedó chica para enmarcarla dentro de todos los recuerdos, anécdotas y episodios por los que pasó el astro más grande del fútbol mundial. Sin embargo, una de las bisagras de ese periplo interminable, fue una tarde de noviembre en 1977 cuando la Asociación Atlética Argentinos Juniors le hizo entrega de su primera propiedad.
Las imágenes recorrían los principales diarios y la emoción de la familia Maradona se traducía en la felicidad de Don Diego y Doña Tota, los padres del joven Diego Armando, quien comenzaba a destacarse internacionalmente.
En Lazcano 2257 del tranquilo barrio de La Paternal en Buenos Aires, y a pocas cuadras del estadio que lo vio nacer, Hispanopost encontró la casa donde creció alejado de su Villa Fiorito natal y marginal. «Pelusa» iniciaba un sueño que lo llevaría a lo más alto del fútbol mundial.
Pasaron 40 años de su debut profesional y 38 desde que Diego y su familia llegaron al mencionado barrio. No obstante, hace apenas ocho que esta resurrección residencial comenzó a tejerse en el seno de la familia Pérez Dursi, mentores y propietarios de aquella sencilla vivienda hoy devenida en templo sagrado.
Cesar Pérez Dursi es el heredero natural de un sentimiento que trasciende todo tipo de vínculo filiatorio. Hijo de Alberto Pérez y Liliana Dursi, jura que toda su familia vivió tras los pasos de Maradona desde el día de su debut. «Mi papá le firmó el primer contrato a Diego, jugó algún picado, lo conoció desde que era un nene».
Pérez (padre) fue dirigente de «los bichos» de La Paternal y custodió la vivienda de la calle Lazcano, desde que los Maradona dejaron de habitarla. Durante años mi papa vigiló a diario los movimientos de la casa, comprarla y convertirla en un museo es el sueño cumplido de toda la familia».
Cientos de ofertas rechazadas por parte de la última dueña, hipotecas interminables, una fábrica de carteras y hasta una familia brasileña, fueron los escollos sorteados por los fanáticos Pérez Dursi para ser parte de la historia «maradoniana».
«Maradona es lo más representativo que tiene el país, Diego llevó a Argentinos a ser reconocido en todo el mundo, comprar su primera casa es lo mínimo que podemos hacer para devolverle todo lo que nos dio», asegura César quien se encarga de destacar que la vivienda es el final de una larga carrera por ser los coleccionistas más grandes de objetos de Diego.
«Lo que ves acá adentro es la décima parte de todo el material que tenemos»; la escritura original, muebles de época y hasta una moto de baja cilindrada, propiedad del astro, forman parte de una recopilación tan grande y asombrosa como la propia carrera del protagonista.
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