El ministro del Trabajo, Eduardo Piñate, se ha dado a la tarea de implantar los consejos productivos de trabajadores y la milicia en sucesivas giras por las empresas del Estado, pero esta medida también abarca la empresa privada, alertaron fuentes sindicales.
«El objetivo del régimen de Nicolás Maduro es sustituir los sindicatos y eliminar la contratación colectiva y la elección democrática por la base de sus legítimos representantes», afirmó Froilan Barrios, coordinador del Frente Autónomo de Defensa del Empleo, el Salario y el Sindicato.
El representante de Fadess explicó que tanto los consejos de trabajadores, como la militarización en los centros de trabajo, fueron rechazados en el informe de la Comisión de Encuesta de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) de septiembre de 2019, luego de la visita de inspección de esa máxima instancia del organismo laboral nundial entre el 8 y 12 de julio.
Recordó que los consejos obreros y la militarización fracasaron en la Union Sovietica y Cuba, al demoler el aparato productivo dentro de una profunda crisis económica y social.
La semana pasada, Piñate certificó 17 consejos productivos de trabajadores de Petróleos de Venezuela (Pdvsa) como parte del nuevo modelo de gestión de empresa socialista emanado de la comisión presidencial Alí Rodriguez Araque para la consolidación del Estatus Mayor r de los Consejos de Trabajadores.
Pero el titular de Trabajo también ha estado en las empresas básicas de Guayana, Bolívar, y en otras instituciones públicas del país imponiendo la creación de los consejos obreros y la milicia.
Barrios precisó que ley de los consejos de trabajadores fue aprobada por la ilegítima Asamblea Nacional Constituyente en 2018. Aseguró que eso da carta abierta a la implantación de esta figura en los sectores público y privado, donde los adeptos de Maduro y del Partido Socialista Unido de Venezuela toman el control de la gestión interna de las empresas.
Johnny Magdaleno, directivo de la Federación de Trabajadores de Carabobo (Fetracarabobo), refirió que en ese estado empresas públicas y privadas han sido permeadas por los consejos y la milicia, coexistiendo con los sindicatos chavistas e independientes, aunque su mensaje y accionar es fundamentalmente político e ideológico.
«Lo cierto es que los trabajadores chavistas y no chavistas reclaman lo mismo: un salario en el orden de 400 dólares mensuales para recuperar el poder adquisitivo, ya que el ingreso promedio actual de un salario mínimo y algún bono solo cubre 10% a 20% del costo de la canasta alimentaria», recalcó Magdaleno.
Destacó que es muy fuerte la presión oficialista para que los trabajadores, especialmente en el sector público, se incorporen a los consejos y la milicia mediante amenazas de «quitarle la caja CLAP y otros beneficios de los paupérrimos bonos compensatorios».
El dirigente de Fetracarabobo señaló que el movimiento sindical está alerta frente a estas fórmulas que buscan imponer la política de Maduro de desconocer los derechos democráticos y económicos de los trabajadores.
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