De la camisa existen muchas historias y reportes, lo que es cierto es que esta particular pieza nos ha acompañado incluso desde antes de Cristo, pero no fue sino hasta el siglo XVII cuando adquirió mayor protagonismo en territorio europeo. Hoy por hoy la camisa es una prenda masculina, que mutó al armario femenino y que pesa al paso de las tendencias su patrón y construcción se mantiene intacta; es una de las pocas prendas que podemos considerar como un clásico atemporal.
La construcción de la camisa es todo un arte, es por ello que alrededor del mundo existen expertos camiseros, dedicados al diseño y la elaboración de esta particular pieza que es sinónimo de distinción e importancia. Irma Contreras es una venezolana que se ha posicionado como una de las camiseras más importantes de Latinoamérica, pues ha sabido combinar la tradición inglesa con lo artesanal del caribe.
Entre su larga y exclusiva lista de clientes destacan el ex presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, así como el director de orquesta Gustavo Dudamel, el presentador de televisión Ismael Cala y el famoso escritor Boris Izaguirre. Entre sus fortalezas está el cuidado por el detalle y su ardua experiencia en patronaje y manipulación textil. Desde mi punto de vista no existe mayor distinción, para un hombre, que la personalización de su camisa con su respectivo monograma, no en vano el 80% de las camisas que uso son hechas a medida.
