La presidenta de la Sociedad Médica del Hospital José Manuel de los Ríos, Sonia Sifontes, expresó en entrevista para HispanoPost que el principal centro pediátrico de Venezuela funciona a 30% de su capacidad.
El hospital inicia el año 2020 sin agua, con los quirófanos y el servicio de cardiología cerrados y el de hematología sin ofrecer consultas y ascensores del área de hospitalización que no funcionan. En un mes cumplirá dos años de haber recibido medidas cautelares de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para el servicio de nefrología y ese tiempo ha sido de incumplimiento, afirma Katherine Martínez, directora de Prepara Familia.
El 2019, año descrito Sifontes como uno de los más críticos, se trabajó a una capacidad entre 35% y 40% Ese año no se llegó a tener más de 120 niños hospitalizados a la vez, y actualmente como mucho se llega a 90, añadió.
Servicios tan importantes y vitales como el de cardiología están cerrados porque los equipos están dañados, y el de hematología no ofrece consultas, cuando atiende entre 400 y 500 niños mensualmente, debido a que prácticamente es el único especializado de Venezuela, expresa Martínez.
La directora de la organización no gubernamental de asistencia a los derechos de los niños y adolescentes enfatiza que los 33 servicios que tienen sus puertas abiertas están afectados tanto en infraestructura como por falta de servicios.
A lo que Sifontes señala que el servicio de Medicina 3, único de los 13 de la ampliación de las medidas cautelares de la CIDH que está en el área recientemente renovada del hospital, tiene capacidad para 15 pacientes, pero se están hospitalizando cinco porque no hay personal completo. Quedamos tres médicos adjuntos donde antes eran siete, dos enfermeras cuando antes eran nueve.
El déficit del servicio de agua comenzó a ser irregular desde el 26 de diciembre, explica Sifontes. Desde entonces el suministro llegaba uno o dos veces a la semana, pero desde la semana pasada no entró ni un día y este 22 de enero entró por unas horas pero al mediodía ya no había.
Martínez recalca que un camión cisterna se ha mantenido diariamente para el área de diálisis porque si no hay agua no pueden cumplirse con las diálisis. Pero es muy grave lo que pasa y, por eso, desde el lunes se decidió suspender los quirófanos porque hasta los niños hospitalizados que reciben quimioterapia y deben ir al baño requieren de las madres o el personal para cargar el agua. Es increíble que esto está pasando en una sociedad como la venezolana, donde se invierte mucho dinero en otras cosas, dijo la directora de Prepara Familia.
Las operaciones que estaban programadas no se pueden realizar debido al cierre de los quirófanos por la falta del suministro de agua y de ascensor. Sin embargo, Sifontes confirmó que ni el lunes ni el martes ni este miércoles se han operado a niños.
Desde el 14 de enero la Sociedad de Médicos del hospital ha exigido a la directiva del centro asistencial una reunión ante las situaciones que enfrenta y la respuesta fue que el encuentro será en febrero.
Para Katherine Martínez la realidad actual del J.M de los Ríos es que no se les está dando la prioridad absoluta a los niños a pesar de que la convención internacional y las medidas cautelares obligan al Estado a darle prioridad en sus políticas publicas a los niños, niñas y adolescentes.
El hospital cuenta con medidas cautelares de la CIDH en el servicio de nefrología, cardiología, hematología, neumología, medicina 2 y 3, anatomía patología, centro de lactancia, consulta externa y triaje, neurocirugía pediátrica, pediatría integral, medicina de adolescentes y neurología pediátrica. Y la realidad que vive es la misma que todas las unidades pediátricas y hospitales del país, detalló Prepara Familia.
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