Por años la respuesta del Estado venezolano a los adultos mayores ha sido otorgar pensiones que, aunque logra una cobertura nacional, no es de 100%. Además, con los 1,40 dólares que equivale cada asignación las personas de la tercera edad apenas cubren una ínfima parte de la canasta alimentaria, así lo revela la investigación Pensiones de vejez en emergencia: Venezuela 2015-2020, de la asociación civil Convite.
El otorgamiento en los últimos años de centenares de miles de pensiones, crecientemente desvalorizadas en su capacidad adquisitiva y que apenas cubren una ínfima parte de la canasta alimentaria, contrasta con los notables avances que supuso la igualación de las pensiones de vejez con un salario mínimo vital a inicios de este siglo, se detalla en el documento.
El investigador del estudio, Carlos Aponte, explica que el nombre del informe se debe a que, a pesar de que el régimen habla de un 100% de cobertura de pensiones desde 2018, esto no es así, y las pensiones están en emergencia porque no se puede crear un sistema de pensiones exitoso en el marco de un modelo económico desastroso.
Señala que acciones como la registrada en 2012, año electoral en el que se creó la misión Amor Mayor, primera referencia masiva de otorgamiento de pensiones de vejez no contributivas, que según el estudio contabilizó 516.119 pensionados solo ese año, los cuales representan 27% del total de las pensiones de vejez del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS), se generaron muchas consecuencias. E la actualidad, el problema de las pensiones es muy severo, afirma.
La investigación, que estudia los avances en esta materia desde 2015 hasta 2020, muestra que en 2018 empezó una lucha que aún se mantiene, la de los pensionados para que el carnet de la patria no absorba todos los servicios que requieren. La socióloga Desirée González afirma que la exigencia de Nicolás Maduro de tener el carnet de la patria para obtener las pensiones que les corresponden viola los derechos de estas personas.
Es importante recordar que esta es una población particularmente vulnerable y las pensiones deberían permitir el acceso a la alimentación, expresa Aponte. Enfatiza que uno de los mayores problemas ha sido la caída del valor real de las pensiones frente a la canasta alimentaria.
María Gabriela Ponce, socióloga e investigadora de la Encuesta de Condiciones de Vida (Encovi), argumenta que en la actualidad si bien el acceso ha crecido en cobertura, esta cobertura no tiene nada si lo adquirido no te permite obtener los productos alimenticios.
No es posible unas pensiones con unas cifras ínfimas que no permiten cubrir la canasta alimentaria, añade González, quien revela que en el IVSS no hay una información detallada ni específica. Sin embargo, el problema de los pensionados sobrepasa las fronteras. 12 mil venezolanos son los pensionados que están fuera del país y desde hace cuatro años no reciben sus pensiones, dice.
El director general de Convite, Luis Francisco Cabezas, expresa que en Italia, Portugal, España, Chile, Paraguay y Uruguay hay venezolanos que tienen meses esperando la pensión que por derecho les corresponde.
En Venezuela, según el estudio, en 2018 hubo una cobertura de pensiones de 84,2% y en 2019, de 89,6%. Esos años el gobierno indicó que había sido de 100%. Para Cabezas es importante tener en cuenta lo que ocurre en Venezuela con respecto a la población mayor, porque los índices muestran que cada vez va a hacer mayor el crecimiento de esta.
La más reciente Encovi muestra datos que Ponce recapituló: No somos 32,3 millones de venezolanos en el país, estamos alrededor de los 28 millones. Pero, además, en 2019 comienza a aumentar la población mayor, ante la emigración y menor registro de nacimientos.
Mientras se está en momentos de COVID-19, enfermedad que mundialmente afecta más a los adultos mayores en comparación a los más jóvenes, los que están en Venezuela no pueden costear sus compras básicas con las pensiones que reciben.
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