El mundo político de hoy atraviesa una etapa crítica. Hoy ya no es novedoso que convulsione la esfera social donde se mueve la lucha y ejercicio del poder, en particular si se piensa que a medida que más personas participan, se hace necesario aumentar la capacidad de razonar y persuadir en busca de consensos.
Por eso nos mostramos orgullos de ser un mundo más civilizado a medida que el poder se construye cada vez más a partir del diálogo y menos a partir de la fuerza. Eso, según muchos, es una clara muestra de que avanzamos hacia un mundo mejor.
Sin embargo, hay una perturbadora realidad oculta detrás del quehacer político en el siglo XXI: mucho del diálogo, mucha de la persuasión, ha estado apoyándose en mentiras, o en medias verdades. La trampa ha estado en el deseo que siempre han tenido los grandes actores políticos por alcanzar la aprobación colectiva a partir de percepciones. hoy la inmediatez de la comunicaciones ha puesto al descubierto en tiempo real todo aquello que brillando no es oro.
Los políticos deben entender que en una época en que es prácticamente imposible ocultar la realidad, sus planteamientos deben basarse en tantos hechos comprobables como sea posible. Además de ser la conducta adecuada y esperada de quienes ejercen el poder, es la mejor manera de rescatar el prestigio de una de las más delicadas tareas que ejercen quienes encabezan el desarrollo de un mundo en paz.
Para rescatar la confianza de la sociedad en sus líderes, hay que exigirles que no justifiquen sus acciones en razonamientos falaces, en mentiras. Cada vez que mientan, alguien los descubrirá y denunciará. Cada vez que digan la verdad, por muy difícil que ésta sea, habrá muchos que los defiendan.
El mundo de los líderes perfectos sufre más cuando se comprueban las mentiras que cuando se admiten errores. Los votantes y los ciudadanos en general, reaccionan con mayor rechazo cuando hay medias verdades y medias mentiras, o peor, cuando hay políticos que no dudan en mentir para conseguir apoyo o justificar sus acciones.
Estoy convencido de que la política es una actividad noble. A la vez, creo firmemente en que la mentira y el engaño es lo que le ha ganado a los políticos el desprecio de sus electores, con lo que exponen al apocalipsis social al mundo en que vivimos.
No olvide ver nuestros reportajes en: www.hispanopost.com
TAGS: #Verdad #Mentira #Consenso #Lideres #Politicos #Persuasion #Engaño
VEA TAMBIÉN
Existe solución al problema del hambre en el mundo
EEUU y China luchan por controlar territorios y la economía mundial»
