Quince motoqueros detenidos, dos internados en grave estado, 200 disparos, un arsenal de armas de guerra, un vehículo robado y una mañana desbordada por la violencia, fueron los eslabones de la cadena delictiva, que puso en jaque al tranquilo partido de lujan, al oeste de la provincia de Buenos Aires.
De un lado «Los tehuelches», en referencia a la población indígena que habito la zona mas austral del territorio argentino, su traducción es «Gente Brava»; en la vereda de enfrente «Hells Angels», los ángeles del Infierno, el Moto Club mundialmente reconocido por la violencia que los caracteriza desde finales de la década del 60, cuando saltaron a la fama, luego del asesinato de un fanático de los Rolling Stones, en medio de un recital.
Ambos grupos antagónicos hicieron honor a sus rótulos y buscaron acabar con sus vidas en medio de un feroz enfrentamientos, que todavía sigue asombrando a la opinión pública argentina. Acostumbrado a los enfrentamientos entre barras bravas del fútbol o la violencia ejercida, por diferentes delincuentes, en ocasión de robo; el argentino promedio no entiende este tipo de riñas entre bandas de motociclista, a menos que sea el guión de un film norteamericano.
Sin embargo esto sucedió en la vida real, se desconocen las motivaciones, cuales eran las cuentas pendientes o bien cual era la verdadera intención de un grupo y del otro, a la hora de protagonizar semejantes 15 minutos de ferocidad.
Cacho Paletta, es instructor de tiro y especialista en seguridad, sin salir de su asombro manifiesta «no recuerdo un enfrentamiento así en la vía pública, esto no fue una tragedia de milagro» y agrega «no logro entender a donde iban, con ese arsenal, a bordo de los vehículos».
El hecho de no contar con antecedentes en la justicia, los investigadores tendrán la difícil tarea de reconstruir la cronología de los hechos, hasta el momento, solo se sabe que Daniel Diaz León, representante de Hells Angels, salvo su vida de milagro luego de recibir 7 impactos de bala y su declaración judicial, una vez que sea dado de alta del hospital donde se encuentra internado e imputado, sera vital para comenzar a direccionar una de las dos hipótesis que se barajan «ajuste de cuentas», por viejas grescas motoqueras o » venganza» por un negocio incompleto, donde alguna de las partes se quedó con un vuelto
