Las prostitutas en Caracas, por seguridad, prefieren trabajar de día

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    Una mujer de 36 años accedió a compartir su historia a HispanoPost, siempre y cuando se mantuviera su identidad en secreto. Tiene 16 años en las calles vendiendo su cuerpo, inició poco después de tener a su hija a los 20 años de edad, en ese momento su pareja la abandonó, desde entonces ha estado en las calles. 

    En Caracas, a plena luz del día se pueden observar en las aceras las trabajadoras sexuales. Prefieren la luz del sol ya que se siente un poco más segura, esperan en grupos a algún conductor que solicite sus servicios. La mayoría de sus clientes son ejecutivos, personas trabajadoras. Según la joven entrevistada ellos quieren experimentar cosas que no hacen con sus esposas. 

    Lejos de la cámara dijo que cobra 1.000 bolívares por sexo oral (1 US$) y 3.000 por la penetración -(3 US$), no quiso hablarlo mientras se entrevistaba. Tampoco quiso dar detalles de su pasado para evitar ser identificada, su hija sabe lo que hace pero no la apoya. Quisiera salir de esa vida pero no puede hacerlo, un trabajo honesto no le alcanza lo suficiente como para mantenerse junto a su hija. 

    Luego de un rato hablando decide que es hora de irse y que no le desea esa vida a nadie, asegura que no es nada fácil