Leandra es la primer egresada trans de un colegio de Argentina. Su proceso de transformación comenzó a los 16 años cuando decidió maquillarse y dar sus primeros pasos como drag queen. Siempre con el apoyo de su incondicional familia, Leandra pudo llegar a ser quien es hoy fruto de su esfuerzo y de la ayuda de la reglamentación de la Ley de Identidad de Género. Se operó los parpados, la mandíbula, se retiró la nuez y se colocó siliconas en los pechos de manera gratuita y en la actualidad tramita el cambio legal de su nombre.
Leandra es un ejemplo para muchos jóvenes que no se identifican con su género pero tienen vergüenza o no saben cómo asumirlo. Sus padres también lo son porque la mayoría elige abandonar a sus hijos e hijas cuando deciden llevar a cabo una transformación en vez de acompañarlos en un proceso tan duro como es atravesar un cambio de estas magnitudes.
Quizá lo que más llama la atención de Leandra es que además de terminar el colegio estudia medicina en la Universidad de Buenos Aires y de esta manera corta el estigma que vincula a las chicas y chicos trans con la prostitución. Su pasión es dedicarse a la cirugía porque entiende que los procesos de cambio que las personas quieren llevar a cabo con su cuerpo no son acompañados correctamente por los profesionales de la salud.
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