Las decisiones tomadas en la última semana por el presidente de Ecuador, Lenin Moreno, sugieren que ha ido poniendo en orden Alianza País, el partido político donde milita, con precisión quirúrgica. El delfín de Rafael Correa ha sacado las garras y pelea con ventaja removiendo a diestra y siniestra cargos clave de su gabinete, que vale la pena decir, habían sido designados por su antecesor.
Este martes lanzó un ultimátum al presidente del Consejo Directivo del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), Richard Espinosa, a quien dio 30 días de plazo para explicar dónde están los 2.878 millones de dólares que el Gobierno adeudaría a esa entidad pública.
Ese mismo día, funcionarios del ministerio de Telecomunicaciones irrumpieron en la Dirección de Registro de Datos Públicos donde presumen existen pruebas y hechos de corrupción. Al salir, destituyeron a la directora y la sustituyeron por Lorena Naranjo Godoy, persona de confianza de Moreno.
Mientras tanto, el superintendente de Información y Comunicación, Carlos Ochoa, amonestó al canal de televisión Ecuavisa, al diario El Universo y a Radio Sucre.
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