La decisión del Banco Central de Venezuela (BCV) de permitir liberar 30 billones de bolívares del encaje legal de los bancos durante un año alivia un poco la liquidez de la banca, sostuvieron expertos. Sin embargo, la medida, advirtieron, no tiene un impacto significativo ni resuelve la crisis económica del país. Es insuficiente para realmente activar el crédito.
La liberación parcial del encaje legal, que se dio a conocer el pasado viernes 18 de septiembre, permitirá el aumento del flujo de créditos y se mantendrá vigente desde ese día hasta el 17 de septiembre de 2021.
Al respecto, el economista Luis Oliveros explicó que dos tercios del monto mencionado están destinados al pago de la deuda de los bancos con el instituto emisor, por lo que solo un tercio será lo que podrán prestar a los usuarios.
Agregó que esa última porción dará un poco de liquidez a los bancos privados y del Estado, permitiéndoles conceder créditos. Sin embargo, aclaró que serían pocos los comerciantes y empresas que podrían acceder a esos préstamos porque son muy caros.
Oliveros explicó que los créditos se deben cancelar indexados con la tasa oficial de cambio entre el dólar y el bolívar que fija el Banco Central. «El sector productivo nacional no está en capacidad de asumir esos niveles de riesgo de créditos tan costosos en el sistema financiero», sostuvo.
Insistió en que, salvo el efecto de aliviar un poco la liquidez en los bancos, la medida del BCV no representa un impacto económico importante, ni tampoco una señal alentadora de que la economía está creciendo.
La economista, consultora y docente, Alicia Sepúlveda, coincidió con las apreciaciones de Oliveros, además de advertir que el acceso a ese crédito caro lo tienen muy pocas empresas.
Recordó que Conindustria informó sobre la situación financiera y productiva precaria de sus afiliados, como consecuencia de la caída de las actividades fabriles.
Por ello, alertó que la medida del BCV podría abrir la puerta de acceso de la banca a sectores de la economía negra con dinero proveniente de negocios ilícitos u oscuros.
«Es un tema complejo: 25% de la economía venezolana es poco transparente y está al margen del sector financiero, por lo que existe la posibilidad de que -con la medida de flexibilización del BCV- ingresen esos sectores al sistema financiero, pues tienen con que pagar ese crédito caro», destacó Sepúlveda.
Sostuvo que la medida del instituto emisor no resuelve los problemas del país, el cual sigue inmerso en una crisis humanitaria compleja, la represión oficial y el ataque al derecho a la propiedad. «La medida profundiza más la inequidad socio económica existente en la mayoría de los venezolanos», manifestó.
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