En estos días parece conveniente recordar algunas cosas en relación al voto. El voto es un mecanismo extraordinario que se utiliza en los sistemas democráticos para elegir a los representantes de los poderes públicos en líneas generales.
El voto es mucho más que un acto mecánico, el voto supone un ejercicio ciudadano que implica consciencia, evaluación, elegir una opción entre muchas. Para que el voto sea realmente legítimo, válido, ese proceso de elección tiene que ser absolutamente libre, transparente y auditable.
Para que sea libre, transparente y auditable, los candidatos deben representar de manera genuina a las toldas políticas que los postulan a estos procesos eleccionarios. En Venezuela estamos viendo un proceso electoral con muchísimas dudas, sobre todo por la gran influencia que han tenido decisiones judiciales y todo lo que tiene que ver con la oferta electoral, es decir, la propuesta de candidatos, de partidos políticos que van a optar a cargos en esta oportunidad en representación del pueblo venezolano ante el poder legislativo.
Definitivamente los venezolanos debemos rescatar el derecho a elegir y no conformarnos con simplemente ejercer el voto. Votar y elegir son completamente diferentes, y su alcance, desde el punto de vista político, puede ser determinante para la salud de la democracia de Venezuela.
