En Estados Unidos la esclavitud fue abolida debido a la Proclamación de Emancipación promulgada por el presidente Abraham Lincoln en 1863.
Sarah Breedlove nació en un escenario de libertad en 1867.
No fue una esclava, era libre, al menos legalmente. Aunque en su vida cotidiana su color de piel y características físicas darían lugar a episodios de discriminación que le generaron un sinfín de circunstancias desagradables.
En la miniserie de Netflix, producida y protagoniza por Octavia Spencer, se narra su difícil historia de ascenso.
La carrera de quien llegó a ser una de las primeras mujeres negras millonarias por esfuerzo propio, se cuenta en capítulos ágiles que te permitirán entender su forma de involucrarse en los negocios, a pesar de los obstáculos que su entorno hostil traía consigo.
Sarah fue una emprendedora y comercializó productos para el cabello de las mujeres negras. La serie plantea una visión histórica de lo que significó su desarrollo personal y a través de ella establece una mirada sobre el rol que sus pares tenían en aquel tiempo en que había mucho más racismo que ahora.
El cabello importa
La serie está llena de instantes memorables y pequeños detalles que describen el momento en que Sarah inició su carrera como emprendedora.
En Madam C.J. Walker presenciamos las diferencias entre los grupos sociales: blancos, mulatos y negros, los hechos de violencia a los que estaban expuestos los afroamericanos solamente por su color de piel, el rol que ocupaban los mulatos, entre otros aspectos históricos.
Los prejuicios de la época nos ayudan a entender donde se originan algunos de los que todavía persisten.
Un ejemplo es el tema del cabello de las mujeres negras, y el modo en que desde aquel entonces ya era un símbolo de estatus. En esta serie se muestra la forma en que se les enseñaba a desarrollar una gran inseguridad basada fundamentalmente en comparar su aspecto físico con el de otros grupos étnicos. Debían aspirar a tener una imagen similar a la de una mulata o blanca. Las mujeres negras no poseían un concepto de belleza propio. En este punto el rol que juega C.J. Walker es trascendental, gracias a su línea de productos ayudó a otras a reconocerse frente al espejo.
¿Quieres triunfar? Sé creativa y personal
La serie cuenta de forma minuciosa el esfuerzo que hizo Sarah para conseguir clientes. Además, sus estrategias para atrapar la atención y vender.
Para lograr el éxito es importante tener un buen producto, pero es igual de necesario utilizar las estrategias adecuadas para comercializarlo. En esto era experta Sarah y se refleja en la miniserie dejándote lecciones que puedes aplicar en cualquier ámbito comercial.
Finalmente, Madam C. J. Walker, además de ser un relato inspirador, es un manual práctico sobre cómo convertir las limitaciones en potencialidades siempre y cuando estés dispuesto a pagar el precio por ascender: trabajar duro y parejo sin descanso.
@luisauguetol