Con más dudas que certezas, la oposición venezolana, liderada por Juan Guaidó, afronta un escenario complicado que genera incertidumbre de cara al proceso electoral parlamentario convocado para diciembre y su futuro después del 5 de enero de 2021, fecha en la que comienza el nuevo periodo de la Asamblea Nacional.
Phil Gunson, analista para Venezuela y Latinoamérica de Crisis Group, considera que en la oposición lo que se percibe es falta de estrategia y las que hay no terminan de coordinarse.
Hay mucha división, mucha fragmentación que no ha permitido que hasta el momento se dé una respuesta clara sobre cuál será el camino a seguir después del 5 de enero o en el caso de participar, que ahorita parece muy poco probable, refirió.
Señaló que en el seno de la oposición el panorama es muy complicado. Hay muchísimos elementos, el que concentra más la atención de la opinión es si participar o no, pero en realidad ese no debería ser el enfoque. El enfoque debe ser, por un lado, cuál es el plan del gobierno y, por el otro, cuál debería ser la respuesta del llamado gobierno interino, dijo.
Cuando uno habla con representantes de la oposición, da la impresión de que el debate sigue sin respuestas claras. Hay que reconocer que estas divisiones no son nuevas y en parte se deben a las ambiciones personales de los liderazgos, cada uno calcula el camino a seguir que mayor ventaja le daría, sostuvo Gunson.
Aseguró que la crisis política en Venezuela va más allá de fórmulas mágicas y soluciones inmediatistas. Esto no es un problema político que se va a resolver de la noche a la mañana simplemente con la renuncia de Maduro o invasión de los marines o una rebelión militar, sostuvo.
Lo que sucede en Venezuela es un problema de largo aliento. Dudo mucho, aunque nada es descartable, que se vaya a dar un cambio repentino en el Ejecutivo. No creo que eso sea la manera más saludable de resolver el problema, apuntó.
Considera que la vía más idónea es recuperar las negociaciones entre gobierno y oposición. Hay que buscar la manera, por más difícil que sea, de regresar a la mesa de negociación porque realmente no hay otra, puntualizó.
Para Gunson, el gobierno necesita que se lleven a cabo las elecciones parlamentarias este año. Estamos viendo el desarrollo de un plan bien pensado por parte del gobierno, con miras a producir una situación totalmente distinta y quizás a partir de ahí negociar en condiciones más ventajosas, indicó.
El politólogo Fernando Spiritto explicó que el COVID-19 llegó en buen momento para el gobierno de Maduro, porque el resultado ha sido una desmovilización de la oposición y, por lo tanto, le ha comprado un tiempo valioso al gobierno.
Entre la gasolina y el COVID-19, el país está paralizado. Es un país que tenía ya tres años en caída libre y la destrucción de riqueza es una cosa catastrófica, manifestó.
Detalló que la pandemia le ha servido a la administración de Nicolás Maduro para tomar medidas represivas que han resultado muy efectivas. El TSJ logró tumbar partidos de oposición, logró un CNE y ahora vamos a elecciones que van a dar como resultado una Asamblea Nacional roja rojita, afirmó.
La oposición vuelve al 2005. El capital político que se acumuló desde 2015 y que se repuso a principios de 2019 se ha perdido, está desmovilizado. El escenario que veo es pesimista, de una continuación de una situación como la que tenemos. Ahora con la gran diferencia de que el año que viene vamos a tener una AN operativa y tomando decisiones. Eso significa que la oposición va a perder ese espacio y es un golpe político muy fuerte, advirtió.
Spirittó señaló que urge a la oposición hacer una reorganización política completa de lo que llaman el G4 y los factores de poder. Esa reorganización política podría pasar por la creación de un partido nuevo, una lista en conjunto, una reorganización electoral que es lo más importante que debe hacer la oposición, y sobre todo una estrategia de movilización, un mensaje totalmente distinto.
Cualquier nuevo mensaje que se articule a la sociedad pasa por el hecho de que no tiene vehículos para participar o movilizar. La estrategia vuelve a cero, el tacómetro vuelve a cero. Hay que rehacerlo todo, desde el mensaje, propuestas programáticas, pasando por la organización electoral, aseguró.
Advirtió que la oposición enfrenta un escenario de incertidumbre después del 5 de enero. ¿Qué va a pasar, por ejemplo, con el apoyo externo? Es una gran interrogante que hay que considerar, dijo.
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