Desde el viernes 20 de marzo, cuando el Instituto Venezolano de los Seguros Sociales depositó la pensión de 250.000 bolívares, muchos beneficiarios no han podido cobrar ese dinero debido a la suspensión de las operaciones por taquilla en los bancos, como parte de las medidas por la cuarentena decretada por la administración de Nicolás Maduro.
«1,7 millones de adultos mayores no posee tarjeta de débito para retirar su pensión porque los bancos no tienen plástico, por lo que hacen su cobro en las taquillas», explicó el dirigente Luis Cano.
El coordinador de la Intersección al de Pensionados, Jubilados y Sobrevivientes precisó que una población importante de personas de la tercera edad prefiere la práctica de ir directamente al banco utilizando la libreta de ahorros o el servicio del Banco de Venezuela que les permite cobrar en taquilla presentando la cédula de identidad y poniendo su dedo en el capta huella.
«Muchas de estas personas por su avanzada edad no tienen conocimiento de manejo de las redes o tampoco cuentan con Internet ni computadora», añadió.
Cano cuestionó la falta de información del IVSS sobre esta situación y las alternativas para solucionar el problema a los adultos mayores imposibilitados de cobrar la pensión.
Ante ello, algunos vecinos realizan transferencias electrónicas de la cuenta del pensionado a sus cuentas individuales y realizar así la compra de alimentos y medicinas que entregan al adulto mayor en su hogar. Otros pensionados recurrieron a familiares para que les hagan la transferencia bancaria.
El viernes pasado adultos mayores que desconocían la orden del cierre de taquillas hicieron cola para cobrar la pensión, pero fueron disuadidos por las autoridades, quienes les explicaban que se fueran a sus casas debido al que ellos son la población más vulnerable frente al COVID-19.