La presencia de vehículos reformados con tanques gigantes para la venta irregular del combustible se ha incrementado las últimas semanas en las estaciones de servicio de la Gran Caracas, alertaron concesionarios del sector que pidieron no mencionar sus nombres.
Los carros pertenecen a bachaqueros y pimpineros que vienen del interior del país, especialmente de los estados fronterizos Zulia y Táchira, dijo una de las fuentes. Los vendedores informales ofrecen el carburante a entre 1.000 y 2.000 bolívares el litro cuando el precio oficial de venta al público para la gasolina de 95 y 91 octanos es de 0,097 y 0,070 bolívares, respectivamente.
Otro concesionario del este de Caracas destacó que los consumidores de la región capital han incrementado la frecuencia de ida a las estaciones de servicio, ante la noticia del recrudecimiento de las largas colas por la falta de combustible en el interior del país (estados occidentales, orientales y Bolívar).
Indicó que las compras nerviosas llevan a que las bombas de la Gran Caracas se queden sin combustible y cierren hasta ser reabastecidas. Agregó que Petróleos de Venezuela mantiene un racionamiento en los expendios para rendir la gasolina que importa, porque las refinerías venezolanas producen 15% o menos del volumen requerido por el mercado interno.
El suministro de carburante a un expendio debe ser de 4 o 5 gandolas semanales, sin embargo, Pdvsa redujo los despachos a una o 2 cisternas por semana.
Los concesionarios consultados señalaron que la estatal petrolera no da explicación sobre la menor entrega de combustible. Sin embargo, los transportistas de las gandolas aseguran que hay pocas existencias en las plantas de llenado y que la orden es cubrir la demanda de Caracas.
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