El coronavirus continúa marcando la pauta en el mundo del espectáculo. Pink confesó que estuvo más de dos semanas convaleciente por haber contagiado del COVID-19. La cantante, quien no reveló nada durante su aislamiento, abrió su corazón el fin de semana en una entrevista en la cual confesó que rezó como nunca antes lo había hecho en su vida.
La preocupación de la cantante era más que nada su hijo de 6 años de edad, quien también tuvo la enfermedad y pasó unos días «muy, muy mal», dijo la cantautora. Ese fue el principal motivo de su rezo durante los días de malestar. Afortunadamente, ni su esposo ni su hija mayor se contagiaron. Al haber sido dados de alta, Pink y su pequeño se reunieron con el resto de la familia para terminar la recuperación.
Así como ella, el entretenimiento aspira a recuperarse una vez que pase la pandemia. El senado de Estados Unidos aprobó 450 millones de dólares para inyectárselo a la industria cinematográfica una vez que pase la pandemia. De esta forma, continuarán haciendo películas y ofreciéndole arte al público.
Sin salir del tema de salud, pero alejada del COVID-19, Selena Gómez confesó que fue diagnosticada con trastorno bipolar. La cantante, quien ha pasado por lupus, trasplante de riñón y tórridas relaciones amorosas, dijo que ya está en tratamiento y de la mano de terapeutas manejando su condición.
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