El pasado 12 de agosto, la Conferencia Episcopal Venezolana sacó un comunicado que levantó revuelo en todas las redes sociales del país, ¿por qué? porque la gente interpretó que la Conferencia Episcopal estaba llamando a votar.
Yo leí el comunicado y lo que entendí es que la Conferencia Episcopal decía que la abstención por sí misma no iba a resolver los problemas que tenemos los venezolanos: el hambre, la falta de agua, la falta de electricidad, la falta de gas, el coronavirus, la hiperinflación y un largo etcétera que no tengo que nombrarles porque todos conocemos lo que está pasando en Venezuela.
Monseñor Ovidio Pérez Morales en un tuit, dijo que paralelamente a la abstención había que hacer algo como lo contemplado en los artículos 70 y 71 de la constitución nacional que fue o que hicimos el 16 de julio que fue una jornada absolutamente gloriosa. Tenemos que hacer algo paralelamente a la abstención.
Yo siempre he votado porque las máquinas de votación estaban blindadas. Las máquinas de votación las blindó Roberto Picón Herrera y la trampa la hacían en las mesas donde no había testigos o donde ellos lograron sacar a los testigos y ahí todos los votos iban para el régimen. Pero ahora como las máquinas que estaban blindadas se quemaron en el incendio de los galpones del CNE, pues van a traer unas máquinas de China y con el CNE que tenemos ahora, que quizás es peor que el que teníamos y eso es bastante, no nos queda más que abstenernos.
Tenemos que hacer algo que sea contundente, creativo, inteligente que les dé duro y los revuelque porque ellos no están esperando que nosotros hagamos algo. Ellos están dispuestos a lo que sea porque quieren mantenerse en el poder y tenemos que responder como mayoría que queremos salir de Maduro y su régimen, y que demustre a la comunidad internacional que aquí en Venezuela existe una gran voluntad de salir de esto por medios pacíficos.
Si usted tiene una idea, hágala saber porque esto no es un problema de los 27 partidos que decidieron no participar. ¡Aquí no nos rendimos!.
