La palabra Pran podría asumirse como un venezolanismo, aún no reconocido como tal por la Real Academia de la Lengua Española. Es un sustantivo que designa a un recluso que por su liderazgo o poder es el jefe no oficial en una cárcel de ese país, pero lo llamativo es que en los últimos años tienen notoriedad pública principalmente por las políticas penitenciarias llevadas adelante primero por la ministra del área Iris Valera, tanto en los últimos años de gestión de Hugo Chávez como en la gestión de Nicolás Maduro.
Hay quienes aseguran que la palabra es una sigla: P de preso, R de rematado, A de asesino y N de nato; se menciona que es onomatopeya de los disparos; y también se señala que surge en Puerto Rico en los años 90 del siglo pasado, también vinculada a la materia carcelaria pero en este caso la R es de reincidente y la N de natural.
Esa temática que ha dado origen a un sinnúmero de reportajes periodísticos, y ha aparecido en algunas películas venezolanas, se convirtió en una obra de teatro escrita por el dramaturgo y director Dairo Piñeres, pero en un formato de sólo 15 minutos, estrenada a principios de 2018 y que por su éxito de taquilla tuvo que ser respuesta en una segunda temporada en la que también ha agotado la boletería.
Escribí una historia de tres pranes que se encuentran: abuelo, padre e hijo, quienes sostienen una discusión y ha sido una obra muy polémica por las cosas que se dicen y que no aparecen en la televisión, pero también es polémica porque es un musical en la que aparecen 14 luceros, los reclusos que cuidan a los pranes en las cárceles, cantando y bailando, dijo Piñeres a HispanoPost en la sección Al Volante.
La banda sonora estuvo a cargo del músico venezolano Daniel Jiménez, cuyas composiciones prácticamente se escuchan desde el inicio, pocos minutos después que el público ingresa a un puesta en escena que intenta emular una celda, donde confluyen los luceros y los tres pranes: Domingo Primero, interpretado por el actor cubano residenciado en Venezuela Luis Boffil; luego está Domingo Segundo que encarna Henry Soto, con una amplia trayectoria en telenovelas; y luego está Gonzalo Guerrero como Dominguito, quien ha comentado que al vivir en una de las zonas de Caracas con mayor delincuencia, como es el barrio José Félix Ribas, para el papel tomó como referencia algunos personajes que viven en esa localidad.
¿Es posible que la obra tenga un formato más largo? Piñeres matiene en reserva pero hay dramaturgos y directores de teatro que se lo han sugerido y los actores que forman el elenco de Pran Pran Pran les entusiasma la idea que este montaje sólo se quede en un cuarto de hora que se repite seis o siete veces cada día en los espacios de Urban Cuplén del Centro Comercial Tamanaco en Caracas.
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