¿Por qué hay prioridad para las importaciones en Venezuela?

    0
    328

    Desde finales de 2018 la administración de Nicolás Maduro ha venido abriendo el comercio internacional, permitiendo la entrada indiscriminada de productos importados que han tenido impacto directo en el abastecimiento y que han supuesto un dolor de cabeza para las empresas que aun producen en Venezuela.

    Nos preguntamos la razón de esto. ¿Por qué el gobierno de Maduro permite la entrada de productos importados a tal punto que muchos rubros, por ejemplo el cuidado personal por cada producto local existen, aproximadamente, dos productos importados.

    Adicionalmente, el tipo de cambio también les beneficia porque nuestra moneda artificialmente está anclada a lo que los economistas llamamos una sobrevaluación, que significa que crece más lento que la inflación, haciendo más competitivos los productos importados que los productos locales.

    La razón de esto, a mi juicio, tiene que ver con el déficit energético. Difícilmente el gobierno de Maduro puede permitirse que la capacidad instalada de la industria local en Venezuela, que en este momento está alrededor del 20%, suba significativamente porque no hay suficiente electricidad ni suficiente combustible para poder permitir que las industrias crezcan y se desarrollen. Así que la única forma de estabilizar el abastecimiento de la economía es permitiendo la entrada de productos importados.

    Solo en los primeros cinco meses de este año las importaciones promediaron mensualmente 600 millones de dólares. Obviamente es un monto muy bajo cuando lo comparamos con los montos que importábamos entre 2008 y 2012, pero es un monto significativo porque representa un aumento de 1,5% comparado con los primeros cinco meses del año pasado. Los productos terminados se incrementaron 26% mientras que las materias primas tuvieron una reducción de 6,5% en el mismo período.

    Creemos que en la lógica del gobierno de Maduro, las importaciones tienen un rol fundamental permitiendo estabilizar abastecimiento y, adicionalmente, sigue siendo una fuente de ingresos importantes para grupos de poder que manejan las estructuras de puertos y aeropuertos. Es una tendencia que no va a cambiar en el futuro, se va a mantener y profundizar y significará retos para la industria en Venezuela.