Un chipriota probó que tiene nervios de acero al ponerse un sombrero confeccionado con puras abejas vivas. El sujeto, un apicultor, se colocó el sombrero sobre su cabeza mientras un amigo lo grababa con su teléfono.
Un chipriota probó que tiene nervios de acero al ponerse un sombrero confeccionado con puras abejas vivas. El sujeto, un apicultor, se colocó el sombrero sobre su cabeza mientras un amigo lo grababa con su teléfono.
© HispanoPost| All rights reserved