El Ejército de Salvación Rohinyá de Arakan (ARSA), clasificado como una organización terrorista por el Gobierno de Birmania (Myanmar) tras los ataque que perpetró el 25 de agosto, expresó su disposición a dialogar con las autoridades birmanas.
«Si en algún momento el Gobierno birmano se inclina por la paz, ARSA celebrará la medida y actuará de forma recíproca», manifestó la organización en un comunicado colgado en las redes sociales.
El grupo también se mostró dispuesto a hablar con la comunidad internacional para facilitar el reparto de ayuda humanitaria a las cientos de miles de personas desplazadas, la gran mayoría miembros de la minoría musulmana rohinyá, por la violencia en el estado de Rakáin (antiguo Arakan), situado en el oeste de Birmania.
Unos 515.000 rophinyás han escapado de Rakain a Bangladesh desde los ataques del 25 de agosto, según datos de la ONU.
ARSA recordó que la tregua de un mes que declaró en septiembre para favorecer las operaciones humanitarias concluirá el próximo lunes, y acusó a las autoridades birmanas de mantener bloqueado el acceso de esta ayuda en Rakáin.
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