Armando Sosa Fortuny pudiera ser uno de los seres humanos que más años ha extinguido en prisión por motivos políticos; ha extinguido 37 de los 71 años de su vida en las prisiones cubanas; tiempo en el que se ha deteriorado visiblemente su salud.
Armando Sosa está enfermo y solo en la isla; la hipertensión y la diabetes comprometen su salud, mengua su visión, y siete lustros de desafección convierten su existencia en un espacio desolado. Sus familiares, residentes en Miami, por diversas razones no han podido verle en muchos años.
Se encuentra recluido en una prisión de maxima seguridad, la mayor de todo el país, conocida como Kilo 9 y que se encuentra en la ciudad de Camaguey, al centro de la Isla. Hasta allí han llegado en ocasiones periodistas independientes y luchadores por los derechos humanos para brindarle un poco de ayuda a un viejo patriota cubano, ha quien muchos consideran como el «Mandela» de la causa por la libertad en Cuba.