El pasado jueves 16 de abril, tres menores de edad asesinaron a José Quiñones, de 83 años de edad, en Petaquirito, sector Gaetano de Carayaca, estado La Guaira. El cuerpo fue hallado maniatado y amordazado. La víctima había sido asfixiada.
Quiñones era originario del estado Falcón, pero desde hace 15 años estaba viviendo en Petaquirito. Familiares relataron que era agricultor y en su casa tenía un conuco que usaba para comer y vender en el sector.
Sin embargo, no tenían mucho contacto con Quiñones por las fallas en las telecomunicaciones de la zona. La última vez que hablaron con él fue el 7 de diciembre de 2019. Sabían cómo estaba por vecinos que se comunicaban con ellos para decirles que se encontraba bien.
En la mañana de ese jueves, médicos cubanos realizaban despistaje de COVID-19 en la zona. Al llegar a la casa de Quiñones vieron todo cerrado, pero notaron un fuerte olor proveniente del interior de la vivienda. Un vecino ingresó por una ventana y vio el cuerpo del octogenario sin signos vitales. Estaba amordazado y maniatado. La puerta no había sido forzada.
Vecinos relataron a familiares que en la zona había tres adolescentes que él siempre ayudaba con comida. Los menores de edad le habían dicho que necesitaban comer y trabajar, Quiñones accedió a tenerlos en su casa a cambio de que lo ayudaran en el conuco por su avanzada edad. Solo estuvieron dos días en la casa.
Comisiones de PoliVargas, en conjunto con el Cuerpo de Investigaciones, Científicas, Penales y Criminalísticas de La Guaira, realizaron investigaciones de campo y lograron la captura de uno de los tres menores de edad: un joven de 17 años de edad, apodado «El Negro». El sospechoso confesó haber sido el autor intelectual, mientras que sus dos amigos fueron los autores materiales y aún se encuentran prófugos.
Quiñones era originario del estado Falcón y padre de nueve hijos. Autoridades continúan en la búsqueda de los dos adolescentes prófugos.