Terminaron las clases de manera online, pero aún no pueden salir de casa ni compartir con sus amigos porque la COVID-19 sigue presente. Ante ello, lo importante es generar la sensación de que fue cerrado un ciclo escolar y vamos a uno próximo luego de este período; por tal motivo, a pesar de estar en casa, se deben hacer actividades que conecten al niño o al joven con ese tiempo dedicado al descanso, afirma la psicóloga Meury Rivero.
Sin embargo, los niños tienen necesidades que no han sido cubiertas, porque vienen de terminar un lapso sin ver a su maestra, a sus compañeros y sin jugar en el parque con sus amigos. Han estado encerrados completamente, siendo muchas veces hijos únicos y sin nadie con quien jugar, señala Jannia Orta, psicóloga infantil de Cecodap (Centros Comunitarios de Aprendizaje). En estas vacaciones atípicas pasa mucho que los niños no tienen nada que hacer, pero los padres sí. Tienen trabajo probablemente más que antes y esto puede hacer que haya una separación con la familia. Por eso no pueden perderse los espacios de comunicación, agrega.
Para Orta es importante que en este tiempo los padres puedan conversar con sus hijos acerca de la situación actual producto de la pandemia y cuarentena, porque a veces creen que ellos no entienden, no saben lo que pasa o que no les afecta y es todo lo contrario, saben y comprenden, aunque cuando son muy pequeños no lo saben poner en palabras, pero sienten que las cosas son diferentes y que los padres están muy preocupados; entonces es importante tener momentos dedicados a la conversación.
La semana pasada una de mis pacientes, una niña de seis años, tuvo una crisis emocional porque quería ver a su papá, a su mamá y a su tía, quienes emigraron, y quería que vinieran, pero no que se contagiaran de coronavirus. Imaginen lo que es para una niña de esta edad lidiar con todas estas cosas, dice Orta.
La parte emocional, para los especialistas en Cecodap, ha sido la más afectada en los niños durante la cuarentena, porque los pequeños no saben cómo manejar estas emociones y tienen comportamientos diferentes a los habituales como golpear cosas, cuando detrás de eso lo que hay es una incapacidad para verbalizar lo que sienten, y son los padres quienes deben enseñarlos a expresar las emociones. Pero, en vez de ello, se encuentran con una mamá o un papá estresado por la situación del país, pandemia, el trabajo, y la ansiedad de no saber si van a poder llegar a fin de mes. Y aunque uno no lo crea, el que el padre no esté en su mejor momento afecta a los niños y ellos lo perciben todo, añade Orta.
Con que haya actividades de media hora a una hora juntos en familia es bastante porque sabemos que los padres trabajan, pero al menos una hora al día debería ser de dedicación exclusiva a una actividad recreativa dentro del hogar, afirma Rivero.
Orta detalla que el servicio de atención psicológica de Cecodap ha registrado muchos casos de niños, como el de su paciente de seis años, que temen que sus padres se contagien de COVID-19; por lo general, en familias donde padre, madre o ambos emigraron. También detectaron que hay menores que no estaban acostumbrados a pasar mucho tiempo con sus padres, porque estaban inmersos en sus trabajos o ellos en los colegios en distintas actividades y pasaban muy poco tiempo juntos. En consecuencia, los primeros meses de cuarentena sirvieron para que la familia se reencontrara, pero en la actualidad les ha tocado reinventarse.
Recomiendan las psicólogas
-Generar horarios en los que no se deje de compartir con la familia y cuando hay presencia de los padres como guías los niños van a pasar todo esto de una mejor manera, indica Jannia Orta.
-Es importante poder hacer algo, no se pueden dejar a los niños sin actividades porque, si bien académicamente no tienen deberes, pueden hacer muchas cosas más, entre ellas las creativas que los pueden ayudar a expresar sus sentimientos.
Actividades para niños
–Rally dentro de casa: Rivero señala que este juego cooperativo en familia es propicio para los niños en edad preescolar, porque están en la etapa de adquirir valores, destrezas y hábitos, e incluso funciona para aquellos de hasta más de 10 años de edad.
–Asomarse al balcón: Es importante si en la casa hay algún balcón o ventana, que los padres pueden salir una vez al día con el niño a hacer una actividad de descripción de todo lo que ven o hacen, esto se puede hacer en la mañana cuando hay sol, lo que es muy relevante para producir endorfinas, indica Rivero.
–El mapamundi: Con una cinta o prenda para tapar los ojos, el pequeño se cubre y con el dedo señala un país al azar, luego al ver de cuál se trata se investigan los aspectos que levanten interés en él, ya sea arte, deportes, personajes, datos curiosos, etc.
–Tres palabras nuevas en un día: Rivero explica que el reto consiste en aprender tres palabras en otro idioma, ya sea con ayuda de aplicaciones o del diccionario.
–Una actividad física y una artística al día: Es muy importante que se realice una actividad física al día, ya sea saltar la cuerda, yoga o ejercicios en general, y también una artística, como pinceladas al azar, que estimulan la motricidad, la creatividad y los lazos familiares. Al final de la semana o del mes se pueden recopilar todas las creaciones y hacer un museo en un área del hogar para exhibirlas a todos los integrantes de la familia, detalla Rivero.
–El arte de cocinar no se puede olvidar: A los niños pequeños se les puede enseñar recetas para que participen en la preparación y en la decoración del plato, como hacer panquecas o torta, comenta Rivero.
Actividades para adolescentes
Los adolescentes por la etapa evolutiva en la que están, necesitan socializar, estar con amigos y sentir que pertenecen a un grupo, y con la cuarentena esto se ha afectado muchísimo, explica Orta Se incrementó el uso de celulares para mantener el contacto, además de los videojuegos, pero, aunque para los papás esto puede resultar peligroso hay que entenderlos y proponer alternativas donde se cumplan las medidas de protección, sostiene Orta.
–Ver documentales: Con los adolescentes se pueden ver documentales, juntos en familia, de personas que hayan hecho aportes, como Ghandi o Michael Jodan, y luego conversar al respecto, recomienda Rivero.
–Leer un libro y hablar de él: Rivero afirma que si varias personas de la familia leen el mismo libro, luego pueden conversar al respecto, al igual que lo realizado con los documentales.
–Actividad física compartida: Si bien el ejercicio se puede hacer de manera independiente, bailar lo puede hacer la familia completa. La psicóloga explica que se puede hacer uso de listas de reproducción de canciones que les gustaban a los padres cuando se conocieron o en años anteriores y enseñarles cómo se bailan esas piezas y viceversa, con las que les gustan a los hijos.
–Proyectos semanales con fecha de entrega: Para Orta esta iniciativa puede ser muy útil para los adolescentes que, por ejemplo, les interesan hallar universidades y trabajar en ello. Detalla que esto también funciona con los más pequeños que quizá quieren construir una casa u otro objeto, pero lo importante es que sean ellos quienes digan a qué quieren dedicar su proyecto y que no sean los padres quienes los impulsen a hacer cosas que quizá los hijos no quieran.
Para más recomendaciones o apoyo se puede consultar a la psicóloga Meury Rivero a través de las redes de @psique_vida o ingresar al próximo encuentro que Cecodap dará a los padres acerca de este tema.