Debido a la radicalización del régimen de Nicolás Maduro en Venezuela, el cual es calificado por un número importantes de países como una dictadura, Estados Unidos y otras naciones han tomado la decisión de aplicar un esquema de sanciones económicas como un mecanismo de presión para que Venezuela se encause nuevamente en la senda democrática.
Desde el segundo semestre de 2018 la administración de Donald Trump, a través el Departamento del Tesoro y otras instancias han aplicado sanciones personales y generales, las cuales han tenido un impacto tanto en las finanzas de la nación como en los venezolanos.
Caída de las importaciones
Al ser Venezuela un país que centra su economía en el petróleo y no en la producción de bienes y servicios, las importaciones resuelven gran parte de las necesidades básicas de los ciudadanos.
En este sentido el economista jefe de la firma Torino Economics, Francisco Rodríguez, reveló en días recientes a HispanoPost que las importaciones han caído 63,2% con respecto al año 2018. Advirtió que será muy difícil de evitar una hambruna en Venezuela por las sanciones.
Una inflación galopante
La inflación es un proceso económico provocado por el desequilibrio existente entre la producción y la demanda, lo que genera una incremento de los precios de la mayor parte de los productos y servicios, y una pérdida del valor del dinero para poder adquirirlos o hacer uso de ellos.
En el área agrícola por ejemplo, según Celso Fantinel, primer vicepresidente de Fedeagro, los productores de hortalizas y otros rubros, no pueden importar a Venezuela semillas, agroquímicos, fertilizantes, repuestos para maquinarias entre otros insumos, porque las empresas estadounidenses y de otros países del continente, se niegan a ser cualquier tipo de transacción con empresarios locales, así estos cuenten con los recursos, para evitar cualquier tipo de impase con Estados Unidos.
Al haber menos producción de vegetales y hortalizas, los precios se incrementan, la caída del consumo cae y la dieta del venezolano se trastoca.
Exportaciones en caída libre
Las exportaciones venezolanas también se han visto afectadas por las sanciones.
Aunque Estados Unidos ha sido claro en que tiene la vista puesta en la exportación de crudo venezolano y metales como el oro, algunos productos con sello Made In Venezuela no pueden ser exportados por temor a las sanciones.
Un emprendedor de chocolate venezolano, quien pidió ocultar su identidad, reveló a Hispanopost que desde hace algunos meses sus productos estaban siendo comercializados en algunas cadenas de supermercados en Estados Unidos. Sin embargo, debido a las sanciones impuestas al régimen de Maduro, las empresas tomaron la decisión de no comprar más los productos.
Se le explicó al departamento legal de estas empresas que las sanciones a Venezuela no contemplaban al chocolate y aunque buscaron la manera de seguir comprando los productos, al final decidieron no venderlos más para evitar cualquier tipo de inconveniente con el gobierno norteamericano, explicó.
Solo tres opciones para viajar a Miami
El 15 de mayo de 2019, el Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos anunció la suspensión de todos los vuelos comerciales de pasajeros y carga entre Estados Unidos y Venezuela por tiempo indefinido.
De 5 aerolíneas venezolanas que cubrían la ruta Caracas-Miami y Miami-Caracas, ahora solo Laser cuenta con el vuelo, el cual debe hacer escala en Santo Domingo, República Dominicana para posteriormente continuar el trayecto con otra línea aérea de ese país.
Por su parte, solo dos líneas internacionales como Copa Airlines y Aruba Airlines mantuvieron la ruta Caracas-Panamá-Miami y Caracas-Aruba-Miami.
A principios de 2019, un boleto hasta Miami podía ser adquirido entre 350 y 400 dólares, pero debido a la suspensión y la reducción de vuelos, el precio actual está entre 750 y 800 dólares.
La salud también afectada
El presidente de la ONG, Acción Solidaria, Feliciano Reina ha declarado, que algunas sanciones a Venezuela han afectado los tratamientos de los pacientes con enfermedades crónicas.
La suspensión de vuelos desde Estados Unidos hacía Venezuela multiplicó el tiempo para que un medicamento llegue al país, lo que pone en peligro la vida de muchos venezolanos.
Eufracio Infante, representante de la Asociación Civil Parkinson Caracas aseguró que muchos familiares que se encuentran en el extranjero enviaban medicinas para Venezuela. Pero ahora, con las prohibiciones, los costos de los fletes se incrementaron y no pueden hacer los envíos.
Solo 10% de los pacientes con Parkinson pueden medicarse en Venezuela, porque pagar las medicinas a precios internacionales es prácticamente imposible. El Ministerio de Salud no produce los medicamentos para esta enfermedad y tampoco los importa, precisó.
Las sanciones generales han afectado a los venezolanos, que diariamente tienen que sortear esas y otras dificultades para poder sobrevivir en lo que otrora fue uno de los mejores países del mundo.
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