Centenares de venezolanos varados en distintas partes del mundo demandan al Estado la reapertura del espacio aéreo para poder retornar a sus hogares, tras una larga cuarentena de más de seis meses por el COVID-19. Los pocos que han podido volver enfrentaron nuevas vicisitudes para trasladarse en el interior del país, la causa principal es la crisis del combustible.
Es el caso de Arturo Ferreira, quien tenía planificado estar solo tres meses en Estados Unidos, pero poco antes de volver a Venezuela fue sorprendido por la pandemia. Ante las dificultades para mantenerse en el país norteamericano, el 1º de agosto viajó a República Dominicana, junto a otros venezolanos, para ejercer mayor presión en la solicitud de aprobación de un vuelo humanitario.
Mes y medio le tocó a Arturo esperar en la isla dominicana mientras le aprobaban que pudiera volver a pisar suelo venezolano, y cerca de 710 dólares tuvo que desembolsillar para cumplir el sueño de conocer a su hija, quien nació mientras él se encontraba varado en Estados Unidos.
Para retornar al país invirtió unos 630 dólares, entre pasaje aéreo, dos pruebas PCR (diagnóstico de coronavirus) y hospedaje por 4 noches en un hotel del estado Vargas; mientras que para poder trasladarse hasta Barquisimeto, donde lo esperaba su familia, tuvo que cancelar 220 dólares, junto a otros dos desconocidos con quien compartió el carro por puesto, pagando cada uno cerca de 75 dólares.
Los transportes privados están cobrando montos muy altos del pasaje por el precio de la gasolina bachaqueada que está por los 3 dólares, según ellos. Para Barquisimeto encontramos quienes cobraban de 220 a 300 dólares y máximo tres pasajeros por carrito, recordó Arturo. El carro en el que me trasladé lo consiguió una de las conocidas con las que viajé y fue el monto más económico que conseguimos, porque el carro funciona a gas, lo que disminuyó el gasto.
Arturo explicó que durante los cuatro días que estuvo haciendo cuarentena en un hotel de La Guaira la situación era de incertidumbre, pues hubo varias discrepancias en las informaciones que llegaban desde la administración de Nicolás Maduro.
Hubo mucha incertidumbre porque no dan ninguna información y lo que decían luego lo cambiaban. Primero nos dijeron que no haríamos cuarentena, porque ya nos habían hecho un PCR en Dominicana. Luego nos dijeron que estaríamos por solo dos días. También nos dijeron que ellos mismos (administración de Nicolás Maduro) nos enviarían a nuestros estados y también fue falso, declaró.
Después de los cuatro días de espera, Arturo contó que le dieron el alta el lunes de la semana radical. Pedimos permiso para irnos el domingo que era flexible, pero no obtuvimos respuesta. Fue muy complicado movilizarnos, porque en la semana radical menos transportistas querían viajar al interior y los costos eran mucho más elevados.
Indicó que mientras buscaba transporte hasta su casa en Barquisimeto escuchó que muchos otros retornados se encontraban en la misma situación, regateándole a los transportistas por un puesto más económico en su taxi desde el estado Vargas, donde está ubicado el Aeropuerto Internacional de Maiquetía, hasta el destino. Los pasajes más costosos eran Táchira 850 dólares, Mérida y Maracaibo, en el estado Zulia, a quienes les estaban cobrando 700 dólares. Para subir a Caracas cobraban 50 dólares, seguidos de Valencia y Aragua 80 dólares por puesto, dijo Arturo. Volver a mi casa realmente fue difícil, costoso y con mucho sufrimiento por la separación familiar, un desgaste mental y físico que no se puede recuperar.
Sin gasolina y distantes
Igual situación enfrentan quienes sin salir del país necesitan trasladarse de una entidad a otra. Ya ni siquiera tener un vehículo particular es garantía de que se pueda solventar la situación para poder viajar, ya que las largas colas para surtir combustible y su precio dolarizado complica aún más las posibilidades de desplazamiento de los venezolanos.
El periodista Víctor Hugas hace unos días denunció en su cuenta de Twitter que no pudo viajar hasta Carúpano, en el estado Sucre, a acompañar a sus familiares en el entierro de su abuela por el alto costo del pasaje en los carros por puesto, que para trasladarse desde Caracas estaban cobrando la suma de 110 dólares por persona.
El pasaje de aquí (Caracas) a Puerto La Cruz son 60 y de Puerto a Carúpano eran 50 dólares más, dijo un conocido de Hugas, quien también tienen familia en Carúpano y se ha visto limitado a visitarlos. La gente no está viajando porque son muy elevados los costos, yo tengo carro particular y tampoco viajo, porque con lo difícil que está conseguir gasolina me da miedo quedarme varado en la carretera, dijo la fuente que prefirió resguardar su identidad.
Daniel y Juan, ambos fotógrafos freelance, cuentan que se quedaron varados en Maracaibo mientras cubrían una pauta de fotografía. Pasaron gran parte de la cuarentena en el estado Zulia. Pero ante la necesidad de volver a la capital para poder reencontrarse con sus familiares y reintegrarse a sus trabajos, se vieron forzados a pagar 400 dólares cada uno para subirse a un transporte por puesto hasta Caracas.
Lo insólito no es solo la cuantiosa suma que les tocó pagar, sino que además fueron sobornados por efectivos de la Guardia Nacional, según aseguraron, para que permitirles el paso de un estado a otro. A mitad del camino nos paró una alcabala y los guardias nos estaban cobrando 200 dólares más por cada uno para dejarnos pasar, detalló Daniel.
Ni siquiera el salvoconducto del transportista, ni las credenciales de prensa internacional impidieron que los fotógrafos desembolsillarán 1.200 dólares, entre los dos, para poder trasladarse por vía terrestre de un estado a otro dentro de Venezuela.
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