Los principales bancos centrales del mundo están comprando oro y otros metales preciosos, con el objetivo de incrementar sus reservas internacionales y protegerse ante cualquier tipo de contingencia económica. Para el 2018, se registraron compras por 651,5 toneladas de oro lo que se traduce en un incremento de 74% con respecto al año precedente.
Las preocupaciones sobre una desaceleración en el crecimiento global, el aumento de las tensiones geopolíticas y la volatilidad de los mercados financieros, son las principales causas para que inviertan en oro.
Venezuela, en cambio, navega contra la corriente. Desde hace 3 años el país ha vendido parte de sus reservas internacionales de oro.
Ante las sanciones impuestas por el gobierno de Estados Unidos, en el ámbito petrolero, Maduro giró instrucciones para vender oro en grandes cantidades a los pocos socios comerciales que le quedan como son Rusia, Turquía y Emiratos Árabes Unidos.
Año 2019
El gobierno de Estados Unidos, sostiene que el oro monetario es la nueva fuente de financiamiento de un gobierno que usurpa funciones en Venezuela, y por ese motivo, presiona a los mercados del mundo, para que no hagan negocios con este metal, ya que podrían ser sancionados por la Oficina del Tesoro.
La agencia de noticias Bloomberg informó que el 11 de marzo de este año, Citigroup liquidó un swap de oro venezolano luego de que el BCV no cumpliera con la fecha límite para recomprar el metal, por casi $1.100 millones como parte de un acuerdo de financiamiento suscrito en 2015.
El 27 de febrero, Reuters aseguró que al menos ocho toneladas de oro fueron sacadas de las bóvedas del BCV para presuntamente venderlas. La policía de Uganda denunció que este oro llegó a ese país de manera ilegal.
Tan solo dos meses antes, específicamente el 29 de enero, el diputado a la Asamblea Nacional, José Guerra, denunció que un avión ruso había llegado a Venezuela para extraer 20 toneladas de oro del BCV, por un valor estimado de 840 millones de dólares.
Este cargamento representaría 20% de las tenencias del material precioso de Venezuela.
Las autoridades rusas calificaron como chisme la denuncia de Guerra y aseguraron que no tenían información sobre el procedimiento de extracción.
Año 2018
Para el año 2018, también el Banco Central de Venezuela realizó ventas de oro, pero en menor cantidad.
Una investigación realizada por la BBC precisa que Turquía habría comprado un total de 900 millones de dólares en oro a Venezuela, siendo su mayor comprador en este período.
En el mes de febrero, autoridades de Aruba incautaron en el aeropuerto Reina Beatrix, 46 barras del referido mineral venezolano, con un peso de 50 kilos. Esto prendió las alarmas nacionales e internacionales.
Según las autoridades de las islas holandesas, el propietario de las barras de oro decomisadas era la empresa Oro Azul S.A una compañía mixta aprobada por Maduro.
Poco tiempo después, la aduana de Aruba anunció que la compañía Oro Azul S.A había entregado todos los permisos necesarios, por lo que el oro continúo su camino hasta el medio oriente.
Año 2017
En 2017, Russ Dallen, gerente de inversión del Banco Caracas Capital, reveló a la agencia Reuters que para este año el régimen de Maduro exportó oro valorado en más de 2.000 millones de dólares. El principal comprador fue los Emiratos Árabes Unidos.
Para el mes de noviembre Deutsche Bank se quedó con 90 toneladas de oro venezolano, luego de que el gobierno dejara vencer una operación de canje con el metal.
La transacción original con el banco alemán, que se pactó en 2016, implicó una valoración de 1,7 millardos de dólares del oro monetario, la cual incluía una garantía para Venezuela de 400 millones de dólares que el BCV recibió al vencerse el canje.
El diputado de la Asamblea Nacional Rafael Guzmán, aseguró, citando fuentes del Banco Central de Venezuela, que la decisión de no renovar el canje vino del Deutsche Bank, pues esta institución está protegiendo su reputación para evitar que se le vea como un financista del primer gobierno de Maduro.
Nacionalización del Oro
En las décadas de los años 70 y 80 los gobiernos de Venezuela decidieron depositar las reservas de oro en bancos de Inglaterra, Estados Unidos, Canadá y algunos otros países, con el fin de ofrecer mayor seguridad para estos recursos.
Para el 31 de enero de 2012 el Banco Central de Venezuela tenía un total de 372,53 toneladas de oro en sus bóvedas.
El 17 de agosto de 2011, Hugo Chávez, amparado por una Ley Habilitante, informó al país que había tomado la decisión de repatriar el oro venezolano como señal de fortaleza económica y soberanía plena en el manejo de nuestros recursos y riquezas.
El presidente fallecido anunció que serían repatriadas las 211,35 toneladas de oro que Venezuela tenía depositadas en el exterior, valoradas en 11.000 millones de dólares.
La relevancia del oro es que forma parte de las reservas internacionales, las cuales son activos líquidos aceptados como medio de pago, generalmente constituidos por oro y divisas, empleadas por las naciones para garantizar el pago de los bienes y servicios que importa.
En Venezuela estas reservas eran administradas de manera exclusiva por el BCV, sin embargo, desde el año 2005, el poder ejecutivo nacional intervino este criterio y comenzó un manejo de estos recursos bajo principios subjetivos.
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