Entre las opciones que están sobre la mesa para salir de la crisis venezolana, hay una que destaca y cobra fuerza, la de un acuerdo político entre las partes conformadas por Nicolás Maduro y Juan Guaidó, y que podría generar un cogobierno previo a unas elecciones presidenciales.
Ante este escenario, HispanoPost entrevistó a los politólogos Colette Capriles y Nicmer Evans, al abogado Juan Manuel Raffalli y al director general del Instituto de Altos Estudios Sindicales (Inaesin), León Arismendi.
Las condiciones del país están exigiendo un nuevo dinamismo político porque en este momento hay cosas que han cambiado y eso ayuda a pensar que un acuerdo político es muy necesario, dijo Capriles, también profesora universitaria.
Expresa que hay que buscar todas las alternativas, como cita la frase todas las opciones están sobre la mesa, y construir un acuerdo político es una de ellas y en este momento es la más importante.
Capriles explica que ambos bloques han mostrado una fuerza equivalente, en la que ninguno de los dos predomina sobre el otro y ante ello, una solución política que hace meses podía resultar inconcebible, se abre paso.
El constitucionalista Juan Manuel Raffalli opina que este escenario sería el mejor, mientras que Nicmer Evans enfatiza que sería lo ideal, pero no es viable.
Raffalli detalla que lo importante del acuerdo es que sea legítimo, viable y lo suficientemente satisfactorio para las dos partes como para que se cumpla.
Evans confiesa que le gustaría que a través de un proceso de negociación se solucione la crisis actual del país. El problema es que hay una de las partes que no es creíble, la de Nicolás Maduro. Y lo hace inviable porque se duda que tenga la sinceridad, la transparencia y la intencionalidad de poder avanzar en ese sentido.
El director del Inaesin, León Arismendi, respaldaría un acuerdo que tenga por base rescatar la institucionalidad democrática y emprender los cambios que el país necesita, incluida la realización de nuevas elecciones.
Enfatiza que un acuerdo siempre será preferible a mantenerse en esto que se vive y a una confrontación que empeore las cosas. Reitera que necesariamente el acuerdo incluye a quienes están gobernando,
Una verdadera negociación
Un gobierno mixto sería una de las aristas del acuerdo y además debería incluirse un Consejo Nacional Electoral (CNE) imparcial que garantice una elección limpia, puntualiza Raffalli.
Capriles considera que tendría que ser un acuerdo político bastante amplio, en lo significativo y en la inclusión.
Evans se inclina por acumular fuerza para que Maduro no solo se vea en la necesidad de reconocer al otro para tratar de resolver el problema de gobernabilidad, que sería un avance importante, sino que también se siente a negociar en la necesidad del restablecimiento del orden constitucional·. Eso implica unas nuevas elecciones con base en que los resultados del 20 de mayo no fueron legítimos, añade.
La politóloga indica que dentro de la ruta de la oposición están las elecciones y que eso implica una serie de acuerdos previos que no son suficientes. Para lograr cambios institucionales debe haber un acuerdo político mayor que garantice que ambas partes entren en un marco de acuerdo político para un proceso de elecciones viable.
Afirma que este es un momento muy distinto y merece considerar la negociación desde una perspectiva mucho más seria debido a que las condiciones en Noruega son diferentes. La oposición tiene una fuerza distinta, el régimen tiene fragilidad y las condiciones están dadas para pensar en serio.
Evans considera que podría haber para Venezuela una solución como la de Chile pero de ser así la verdadera negociación no es con Maduro, sino con la Fuerza Armada Nacional para que eso efectivamente se dé.
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