No los escuchan: venezolanos en Argentina insisten en ser repatriados

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El pasado 19 de mayo, Enny Vargas, una venezolana dedicada a los Recursos Humanos, le contó a HispanoPost lo difícil que se le había hecho la vida desde la llegada del COVID-19 a Argentina, país a donde aterrizó solo días antes de la pandemia en plan de tomar una oferta laboral, que se vio truncada con las prohibiciones de la cuarentena.

Ennys, sin trabajo y con la decepción de una falsa colaboración por parte de la amiga que la había animado a emigrar, pero que cuando comenzó la cuarentena la dio la espalda, decidió tomar cartas en el asunto e inició una cruzada a través de las redes sociales, reuniendo un gran número de venezolanos que, como ella, solo quieren volver a su país natal. Hoy son más de 600 venezolanos en situación de vulnerabilidad en el país austral.

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La situación de los que desean volver a Venezuela se ha agudizado en la mayoría de los países donde hay un mayor número de migrantes. No es solo el COVID-19 lo que atemoriza a los venezolanos, sino también la grave situación económica en la que se encuentran muchos que, como Ennys, salieron del país buscando nuevas oportunidades, las cuales se vieron frustradas, así como otros que solo estaban de turismo o cumpliendo con algún trámite migratorio, académico o laboral.

En una nueva conversación con HispanoPost, Ennys contó que sigue viviendo en casa de una segunda amiga que tuvo el detalle de ofrecerle albergue, cuando la primera le dio la espalda, pero no está percibiendo ningún tipo de ingreso para aportar. “Me resulta incómodo, más bien, importunar acá. Vivo de las caridades de amigas que están en Estados Unidos o de mi mamá que está en Perú. Porque tengo unos dólares, pero si los gastos me quedo sin pasaje”, dijo

Realidades diversas

A Tania Domínguez, de 39 años de edad y residente del estado Aragua, le tocó despedirse físicamente de su padre a través de una video llamada, luego de quedarse atrapada en Argentina mientras se reencontraba con su mamá, hermana y dos sobrinos, a quienes no veía desde hace dos años.

“Soy diseñadora de trajes de baño en Venezuela, no soy migrante. Tengo mi negocio y me va bastante bien, sobre todo en las costas de Aragua”, contó Tania. “Vine a Argentina porque mi familia me regaló el pasaje por Brasil, que salía más económico, para vernos acá porque ellos viven Chile y como no tengo visa chilena, nos quedaba bien Argentina. Me vine por tres meses de visita y como dejé un encargado en el negocio, con los ingresos compré mi boleto de regreso por Brasil”.

El pasaje que la devolvería a Venezuela estaba fechado para el 19 de abril. Llegó en enero al país austral y junto a su familia alquilaron una habitación en un hostal para dormir los cinco. Sin embargo, a los días su familia volvió a Chile mientras a ella le faltaban pocos días para volver a su país; fue cuando entró en vigencia la cuarentena.

Hoy comparte habitación con otros tres venezolanos que viven la misma situación, en principio desconocidos. Cada uno paga 15 dólares semanalmente, además de los gastos personales: “Que no son muchos porque con la preocupación de cuándo te vas a veces ayunas”. En la espera de su retorno, la salud de su papá se complicó y falleció el pasado 27 de junio, le quedó el recuerdo de esa última videollamada.

A Ana Teresa Álvarez de Yépez, de 58 años de edad, le urge volver a Venezuela para reencontrarse con su esposo, quien tenía planificado viajar a Argentina a finales de marzo para reunirse con su familia y asistir al matrimonio de su hijo mayor; pero un día una serie de malestares lo obligaron a ir al médico, quien le diagnosticó un tumor paratiroides.

Ana llegó en plan de turista el 26 de enero para visitar a sus dos hijos que estudian y trabajan en Argentina, pero los malestares digestivos, hipertensión e hipercalcemia que presentó su esposo a los pocos días de su viaje le frustraron los planes y ahora con el COVID-19 se encuentra viviendo con su hijo, aunque no tiene forma de ayudarlo económicamente.

“No puedo trabajar porque no tengo documentos y no he recibido respuesta del gobierno argentino en cuanto a los vuelos de repatriación. Desconozco los sitios donde pasaré la cuarentena, pero donde lo disponga el gobierno la cumpliré”, aseguróAna. “Quiero regresar. Allá están mi esposo, mis hermanos, mi trabajo, mi vida, mi país. Cuando el doctor lo disponga, mi esposo será intervenido quirúrgicamente y mi mayor deseo es estar con él”, agregó.

Por su parte, Medardo Olivier, celebró sus 50 años de edad buscando una forma de volver a Venezuela. Viajó el 16 de marzo, por 15 días, a Argentina. Llegó sin pasaje de regreso “porque se suponía que lo compraría acá, según me salía más barato y tenía que regresar a Venezuela para el 2 de abril, aproximadamente”.

Ante la emergencia de la pandemia, Medardo fue acogido por la familia de un antiguo compañero de trabajo y se ha mantenido con lo que se llevó para sus días de turista, pero “ya esos recursos se están terminando. “No tengo la ropa adecuada para este invierno y la he pasado muy mal. Donde me dieron la ayuda de quedarme son personas de muy pocos recursos. Aquí no hay calentador donde se duerme y calentador de agua menos”.

“No me da miedo volver”

Así como Ana está dispuesta a respetar las designaciones gubernamentales, con el fin de volver a su hogar junto a su esposo, el resto al ser consultados sobre el temor que les produce a algunas personas varadas en otros países volver a Venezuela y ser remitidos a albergues que no cuentan con las condiciones óptimas para cumplir la cuarentena, expresaron no tener miedo. Prefieren eso a quedarse en Argentina: “Esto me afectó mucho emocionalmente y necesito regresar con mis hijas”, afirmó Ennys.

“No tengo miedo de regresar a Venezuela porque yo vine a Argentina de turista no de migrante. Si tengo que hacer la cuarentena, tendré que superar esos obstáculos. Prefiero volver que seguir viviendo aquí, arrimado e incómodo, comiendo una sola vez al día y a veces dos, teniendo en Venezuela mi casa y mis comodidades”, dijo Medardo

Y más allá de la situación de vulnerabilidad en la que se encuentra la mayoría, hay un descontento que se ha ido generalizando en contra de las autoridades venezolanas. En el caso de Tania, su resquemor es específicamente contra el trato que les ha ofrecido el despacho de María Teresa Belandria, encargada diplomática designada por Juan Guaidó ante el gobierno de Jair Bolsonaro, en Brasil.

Tania aseguró que el gobierno de esa nación ha expresado su intención de colaborar con los venezolanos varados en Argentina, ofreciéndoles la oportunidad de abrir un corredor humanitario que les permita entrar a su país aquellos que tengan ticket de aéreo o terrestre pospuesto, pero la única condición que pone el Estado brasileño es una comunicación firmada y sellada de la embajada reconocida, que en este caso es la de Guaidó.

“La situación política que se vive en Venezuela es lo que nos afecta más. Es una guerra muy brava, en Argentina reconocen a Maduro y en Brasil a Guaidó. De los que estamos en esta condición, somos al menos 200 que tenemos la posibilidad de irnos por Brasil. Nosotros no estamos esperando que ningún gobierno nos resuelva los problemas, pero les hemos mandado cientos de correos a la gente de la embajada y es una gente déspota, no son empáticos”, indicó Tania.

Aseguró que el trato ha sido poco diplomático e insensible: “Es horrible como nos responden. Nosotros nos las ingeniamos y encontramos hasta los números de teléfonos, nos dicen que ellos no se encargan de eso. El gobierno de Brasil está presto a ayudarnos, solo nos están pidiendo una comunicación de quien nos representa allá, pero que no sea de la gente de Maduro porque con ellos no quieren nada. Estamos completamente abandonados”.  

También han realizado protestas y acudieron a la Organización Internacional de Migrantes (OIM) para buscar ayuda. “Hemos mandado correos y cartas a la embajada y la Cancillería, hemos creado cuentas en Instagram y todos los días etiquetamos al gobierno y las entidades pertinentes”, señaló Ennys sobre las acciones que han tomado. “Hemos mandado correos a Brasil para solicitar un corredor humanitario hasta Venezuela. Nos hemos censado y solicitado vuelo humanitario pago”.

Sobre la solicitud del corredor humanitario, llovieron las críticas en cuanto al manejo del tema por parte de la representación diplomática de Venezuela en Brasil, designada por Guaidó, que es la presidencia reconocida por el Ejecutivo brasileño. “Nos dijeron que no pueden solicitar eso y punto”, dijo Ennys.

También pueden ver: Venezolanos varados en Argentina: vulnerables y a la expectativa

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